Aroldis Chapman se reincorporó el domingo a Nueva York, listo para lanzar tras permanecer en la lista de los lesionados durante más de un mes. Y los atribulados Yanquis dejaron claro que no podían esperar más para tener de vuelta al cerrador de potente recta.
El manager Joe Girardi tenía previsto emplear a Chapman en el final de la serie en Oakland, sin importar la situación, tan sólo para buscar que reanude de inmediato la actividad en las Grandes Ligas. De hecho, Chapman viajó de un extremo a otro del país para participar en un solo encuentro, antes de que el club vuelva al Bronx.
Los Yanquis descansan este lunes, antes de comenzar una serie en casa ante los Angelinos de Los Ángeles.
“Nuestro grupo está probablemente muy emocionado por el hecho de que él esté acá. Sólo queremos asegurarnos de que él haga algo de trabajo, que no permanezca tanto tiempo inactivo y que vuelva para enfrentar a bateadores de las mayores”, resaltó Girardi. “Creo simplemente que si un jugador recibe un salario para jugar y está elegible, uno lo pone a jugar”.
El zurdo quedó fuera de acción desde el 13 de mayo, por una inflamación en el manguillo rotador del hombro de lanzar.
Mientras cumplía tres apariciones que formaron parte de su programa de rehabilitación, Chapman afirmó que era difícil ver que su equipo perdía partidos apretados en los que él pudo haber ayudado.
Se mostró alentado por la mejoría de su hombro tras la última aparición. Afirmó que el dolor se ha ido y se mostró optimista sobre su velocidad.
Así que pronto sería posible ver de nuevo sus rectas a 102 millas por hora.
“Yo miraba los juegos y seguía lo que el equipo hacía. Sí, es difícil ver que no estás ahí para ayudar, porque eso es lo que quieres, ayudar a tu equipo. Mirar desde lejos es duro”, manifestó Chapman. “La cosa es sentirse saludable y fuerte. La velocidad está ahí ahora. Yo no tenía tanto control en mis lanzamientos, pero eso es algo que se arregla en un par de días. El equipo me necesita y por eso estoy acá”.