Afectado por un tirón en el músculo oblicuo derecho, Chris Davis no se siente cómodo ni siquiera cuando se acuesta o permanece sentado en una silla. Así, no será sino hasta después del Juego de Estrellas que el primera base de los Orioles de Baltimore pueda blandir un bate otra vez en un juego.
“Creo que un plazo de tres semanas sería realmente ambicioso”, comentó el sábado el manager Buck Showalter. “Yo quisiera que no fuera así”.
Davis ingresó el martes a la lista de los lesionados por 10 días. En este momento, el productivo jonronero de Baltimore no está en condiciones de apresurar su regreso.
“Por ahora, todo es cuestión de cómo me siento en una semana o en 10 días”, dijo Davis. “Básicamente hay que tratar de que se vayan el dolor, la inflamación y la incomodidad”.
Sentarse en la cueva resulta doloroso para Davis, y no sólo porque no puede ayudar a que los Orioles rompan una mala racha que los ha hundido en el último puesto de la División Este de la Liga Americana.
“Es bastante incómodo, sentarme y acostarme, tratar de encontrar un lugar en que me sienta cómodo”, explicó. “Me siento en cierta posición por un rato, luego me canso y me muevo”.
En 2014, Davis se vio aquejado por un tirón el oblicuo izquierdo. Pese al dolor, trató de seguir jugando antes de ingresar a la lista de incapacitados. Pero la temeridad resultó un error.
Esta vez, trata de tomarse el asunto con calma, pese a que considera que la nueva lesión no es tan grave.
“No es algo que uno quiera apresurar, porque si recaes, empeoras las cosas”, señaló.
Davis encabezó las Grandes Ligas con 53 vuelacercas en 2013. Al año siguiente logró sólo 26 en 127 duelos, y en 2015 se recuperó con 47. En 2016, su total fue de 38 palos de cuatro esquinas.
En esta campaña, lidera a los Orioles con 14 cuadrangulares, pero se ha ponchado 95 veces en 217 turnos oficiales al bate.