Rejuvenecido después del excelente desempeño con Puerto Rico en el pasado Clásico Mundial de Béisbol, Yadier Molina regresó a los campos de entrenamiento confiado de que todavía le quedan muchos años por jugar detrás del plato y está listo para determinar si los jugará como Cardenal de San Luis.
Molina le puso una fecha límite a los Cardenales, dejando en claro que está abierto a convertirse en agente libre si él y su club no llegan a un acuerdo para una extensión de contrato antes del Día Inaugural del equipo el 2 de abril. Su contrato actual, que le hará ganar US$14 millones esta campaña, incluye una opción mutua para el 2018. Sin embargo, es poco probable que Molina ejerza su parte de esa opción.
Al cuestionársele si se siente intrigado por explorar su valor en el mercado libre por primera vez, el puertorriqueño respondió, "Oh sí".
"Me encantaría", agregó. "O sea, me gustaría quedarme aquí, pero al mismo tiempo, no le temo a convertirme en agente libre. Créanme, todavía me queda bastante gasolina en el tanque. Me siento muy bien. Me siento como un chico de 20 años. Créanme, no le tengo miedo a convertirme en agente libre".
El gerente general John Mozeliak, quien sostuvo pláticas preliminares con el agente de Molina previo al Clásico Mundial de Béisbol, ha expresado interés en reanudarlas. El directivo está dispuesto a extender dichas negociaciones hacia la temporada regular.
Pero Molina no está dispuesto a ello.
"Tenemos una semana más para platicarlo y después de eso sólo me concentrare en mi juego", advirtió Molina. "Sea lo que sea que quieran hacer, como lo dije antes, me encantaría permanecer aquí, pero si no desean gastar dinero, también lo entiendo. Esto es un negocio. Voy a intentarlo y concentrarme en mí mismo".
Molina nunca ha puesto un pie en aguas de la agencia libre en su carrera. El puertorriqueño firmó un contrato por cuatro años como jugador elegible para el arbitraje salarial con los Cardenales en 2008 y luego acordó una extensión de cinco años y US$75 millones en marzo del 2012. Al momento de dicho acuerdo, Molina se convirtió en el receptor mejor pagado en la historia de Grandes Ligas sólo detrás de Joe Mauer.
Pero ese ya no es el caso, y Molina insinuó que busca convertirse en el cátcher mejor pagado del béisbol. Ahora mismo, Molina, de 34 años de edad, arrancará el 2017 con un sueldo menor al de Buster Posey (US$22 millones), Russell Martin (US$20 millones) y Brian McCann (US$17 millones).
Los Cardenales, como parte de sus negociaciones con Molina, podrían revisar y aumentar su sueldo en 2017. Molina no ha especificado la clase de contrato que le gustaría firmar, pero sí desea jugar por varios años más. El receptor de San Luis destacó que el hecho de haber jugado junto a varios de los mejores peloteros de Grandes Ligas lo revitalizó.
"La energía que exhiben te contagia", aseguró. "Fue algo bueno para mí. Ese torneo me benefició".
Molina dijo que no ha recibido noticias de su agente acerca del progreso de las negociaciones, llevándolo a concluir que no se ha llegado a ningún acuerdo.
En las últimas 13 temporadas, Molina ha forjado una carrera que eventualmente podría llevarlo a Cooperstown, N.Y. Ha ganado el Guante de Oro en la Liga Nacional en ocho ocasiones, ha sido convocado siete veces al Juego de Estrellas y ha ganado la Serie Mundial en par de ocasiones. Finalizar su carrera en San Luis lo asentaría aún más como uno de los mejores jugadores en la historia de la franquicia.
"Creo que sería grandioso para Yadi", externó el manager Mike Matheny acerca de la posibilidad de que Molina se retire como Cardenal. "Creo que sería grandioso para nuestra organización y nuestros fanáticos".