Joakim Soria no debería tener problemas de confianza en el montículo. Después de todo, es un veterano con 202 rescates en las Grandes Ligas.
Pero cuando regresó a Kansas City la temporada pasada, con un contrato por tres años y 25 millones de dólares para desempeñarse como preparador de mesa de Wade Davis, la confianza del mexicano pareció ser su principal problema.
Soria logró apenas un rescate en ocho oportunidades. Sólo otros dos relevistas desperdiciaron más oportunidades de rescate en la Liga Americana. Y para cuando los Reales quedaron fuera de contienda por los playoffs en septiembre, el mexicano fue el chivo expiatorio de muchos fanáticos.
"Cuando estaba lanzando bien, estaba atacando la zona (de strike) y tenía su ritmo, no le fallaba la confianza", dijo el coach de bullpen de los Reales, Doug Henry, antes del primer partido de pretemporada el sábado contra Texas. "Creo que fue un tema de confianza. Uno notaba que no se sentía seguro".
"Como lanzadores, todos hemos tenido problemas de confianza de vez en cuando", agregó Henry. "Es un año nuevo, ya pasó la página. Esperamos cosas buenas de él este año".
Los Reales canjearon a Davis a los Cachorros por el jardinero cubano Jorge Soler, en parte para sumar un talento joven y atender otras necesidades del plantel. Así que el dominicano Kelvin Herrera, otrora preparador de mesa, será el taponero, y los Reales apuestan a que Soria vuelva a ser el relevista dominante de antaño.
O sea, no el lanzador titubeante de 2016.
"No hay motivo para que no vuelva a serlo", señaló Henry. "Lo ha hecho antes. Sabe bien lo que se necesita. Todos tenemos fe de que lo logre este año, y vamos a necesitarlo. Será una pieza importante de nuestro bullpen".
Soria logró 42 rescates con los Reales en 2008 y 43 en 2010. Acumuló 160 en un período de cinco años, antes de tener que someterse a la cirugía Tommy John de reemplazo de ligamento del codo en 2012. Se fue de los Reales y acumuló otros 44 rescates en cuatro años con Texas, Detroit y Pittsburgh, antes de regresar la campaña pasada.
Al final terminó con marca de 5-8 y la peor efectividad de su carrera, 4.05. Permitió 10 jonrones en 66 y dos tercios de inning.
"Uno tiene que olvidarse de eso", dijo Soria, quien tiene efectividad de 2.76 en su carrera. "Fue un año atípico. Esas cosas pasan, hay que olvidarse de eso y seguir adelante".
El oriundo del estado de Coahuila, que cumple 33 años en mayo, dijo que yo borró los recuerdos de su pésima temporada.
"Lo hice desde el primer momento. No me dediqué todas las vacaciones a pensar en lo que salió bien o mal. Sencillamente fue un (mal) año", comentó.