A como la mayoría de jovenes en su natal Nicaragua, Norchard Omier creció jugando beisbol. Y así como se volvía más y más alto, tampoco le tomó mucho tiempo hallar el éxito. El nica es de los soñadores.
Su altura le ayudó a ser un gran pitcher. Sueña también con una carrera profesional.
Omier aún tiene grandes sueños – estos son un poquito diferentes en estos días gracias a un curioso coach de baloncesto quien lo vio a él a jugar con el balón en un pedazo de pasto con sus amigos.
Intrigado por su tamaño y atletisismo, al coach le surgió una pregunta
Este pitcher alguna vez habrá considerado darle un chance al baloncesto?
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¨Yo solo repliqué que si le podía preguntar a mis padres primero¨ sonríe Omier. ¨Se presentó él mismo ante mis padres y creo que solo practiqué un mes y me fui a jugar a selecciones nacionales en Nicaragua. Los equipos jugaban entre si y seleccionaban a los mejores jugadores para decidir el equipo nacional. Ganamos algunos torneos y fui seleccionado. Qué locura, tan rápido.
¨Creo que por eso caí enamorado del baloncesto¨
Ese amor eventualmente trajo a Omier a USA y le ayudó a hacer historia.
Su crecimiento a través del baloncesto juvenil en Nicaragua, eventualmente le dieron una oportunidad para jugar un año post-preparatoria en Miami Prep donde registró 46 dobles-dobles.
Firmó con Arkansas State poco después y por lo tanto se convirtió en el primer jugador nacido en Nicaragua en ganar una beca universitaria en la división I.
En Arkansas State, se volvió fuerte, ganandose el premio a mejor jugador de primer año de la conferencia Sun Belt en 2021 y también el mejor jugador defensivo y del año en 2022.
Ahora, luego de dos años en Jonesboro, Omier está de regreso en Miami ahora como un Huracán.
Omier, comprometido con Miami
Su objetivo es poner a Miami lo mejor que se pueda en el torneo de la NCAA y crecer en su juego.
¨Creo que logré todo a lo que alguien le gustaría cumplir en una conferencia. Gané el jugador del año, jugador defensivo del año, novato del año,¨ dijo Omier. ¨Mi sueño es llegar a la NBA. Para poder mostrarle mi talento a chicos que van a la NBA, creo que tenía que irme a un lugar más grande. Saliendo de la High School, ir a Miami siempre fue mi sueño para ser honesto. Pero eso no iba a pasar solo porque era mi sueño. Tenìa que asegurarme que era el lugar correcto para venir. Después de venir de visita, hablar con mis coaches, mi escuela soñada era la escuela correcta.¨
En Miami, Omier de 6 pies y 7 pulgadas no solo aporta en el lado ofensivo – promedió 17.9 puntos y 12.2 rebotes con Arkansas State la temporada pasada – pero el coach de Miami Jim Larrañaga quiere que el alero emerga como un jugador top por su presencia defensiva.
Y su liderazgo podría ser invaluable también, especialmente con la partida de veteranos como Sam Waardenburg, Kam McGusty y Charlie Moore.
¨Con Norchad, su energía está fuera de los gráficos¨, dijo Larrañaga. ¨Lo qué le he expuesto a él es que su personalidad es realmente buena. Es genial cuando tu estás claro de lo fuerte que vas a jugar.»
El recién adquirido asistente de Miami Kotie Kimble, ¨Norchad es una infecciosa personalidad. Juega duro. El éxito que ha tenido ya como jugador. Definitivamente impactada de manera ganador. Sentimos su presencia, hemos sentido su impacto en las practicas. Definitivamente se ha sentido. Estamos emcionado por él y creo que tendrá un gran año.¨
Omier de frente a un gran cambio
Omier espera que moverse a esta conferencia vendrá con retos. Es algo que Larrañaga le ha explicado.
Pero es un reto que Omier está enfrentando
Él entiende que se enfrentará a un nivel diferente de competencia del que ha visto en el pasado. Pero cree en su experiencia no solo por jugar en Arkansas, sino de la que adquirió jugando con la selección mayor de Nicaragua en el preclasificatorio de FIBA el año pasado, el cual lo ha preparado para su vida en esta conferencia.
Su equipo no clasificó pero la oportunidad de representar a su país fue inolvidable.
¨Jugar con chicos mayores te da mas aprendizaje. Sabía que la mayoría de los que estaban en el equipo nacional eran de mi ciudad Bluefields,¨ dijo Omier. ¨Creciendo siempre los vi a ellos jugar baloncesto. Incluso cuando no jugaba este deporte escuchaba de ellos. Jugar con ellos y pasarla bien, saber que estaban atentos a lo que hacía me hizo sentir bien… Creo que lo hicimos bien en las clasificatorias y nos quedamos un juego fuera, pero fue una experiencia increible de la cual aprendí.
Omier será muy seguido
Y a como está cerca de su siguiente aventura en el baloncesto, Omier sabe que tendrá el soporte de nicas en Miami.
Muchos miembros de esa comunidad fue a ver sus juegos en Miami Prep. Desde que regresó a Miami, algunos nuevos amigos ha hecho Omier y estos le han dicho que lo estarán mirando y apoyando.
Sus ánimos, dice el alero, significan el mundo para él y se recuerda el por qué esta oportunidad de jugar en Miami es más que solo su propio éxito profesional.
¨Sé que tengo una gran responsabilidad,¨ dijo Omier. ¨Todos los chicos en casa me estan viendo. Incluso gente mayor que mira baloncesto me mira. Eso me da la responsabilidad de liderarlos de la manera correcta, para demostrarles que los sueños se vuelven realidad. Eso es lo que yo me digo todo el tiempo. Al inicio de mi viaje, no mucha gente creia que iba a alcanzar los niveles en los que estoy ahora. Ahora, todo mundo cree. Todo mundo piensa que es posible hacer cosas grandes. Eso es lo que disfruto más. Sé que mucha gente en casa también lo sueña y para los soñadores muchas cosas pueden pasar.¨
Nota de Christy Cabrera de Miami Hurricanes – Traducción Fernando Rayo