Los Brooklyn Nets de Kevin Durant y Kyrie Irving, diseñados con el único objetivo de pelear por el anillo; fueron incapaces de ganar un solo partido en los playoffs de la NBA; en un duro epílogo a una temporada turbulenta dentro y fuera de la cancha.
Lesiones, traspasos fallidos, una cuestionable confección y dirección de la plantilla y la negativa de Kyrie Irving a vacunarse contra el coronavirus acabaron empujando a los Nets hasta la humillante barrida 4-0 que le aplicaron los Boston Celtics el lunes en la primera ronda.
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La eliminatoria no solo evidenció las diferencias entre un equipo de juego coral, los Celtics, y otro con una dependencia extrema de sus superestrellas. También pudo ser escenario de la entrega del testigo de Durant a su probable heredero; Jayson Tatum, 10 años menor y gran dominador de la serie.
Irving, por su parte, solo estuvo a la altura en el primer juego y acabó minimizado ante la franquicia a la que abandonó en 2019 después de haber asegurado que renovaría.
Final from Brooklyn pic.twitter.com/OGvFeQlZIy
— Brooklyn Nets (@BrooklynNets) April 26, 2022
El técnico Steve Nash, cuestionado desde hace días ante la inminencia del fracaso, no encontró más respuestas en una plantilla concebida como mero acompañamiento del ‘Big 3’ que formaban a inicio de temporada Durant, Irving y James Harden.
El trío había demostrado en los pasados playoffs que, a pleno funcionamiento, era prácticamente imparable. Pese a las lesiones de Irving y Harden, los Nets solo claudicaron en los últimos segundos del séptimo juego ante los después campeones Milwaukee Bucks.
Después de meses de descanso y trabajo conjunto, los Nets se disponían al asalto definitivo al título esta temporada; pero los problemas tardaron poco en aparecer.
He's just a tough shot-maker 🪣 pic.twitter.com/RwQFkzhjsd
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