Filipinas hizo historia en el primer día de la Copa Mundial de Baloncesto.
Un total de 38.115 espectadores llenaron el viernes la Arena Filipinas para el duelo entre los locales y la República Dominicana, por mucho la mayor multitud para un partido en la historia del Mundial. Imponer la marca fue durante algún tiempo uno de los objetivos declarados de Filipinas, y el amor de su país por el baloncesto lo hizo posible.
Entre los asistentes estuvieron el presidente de Filipinas Ferdinand Marcos Jr. y el miembro del Salón de la Fama Dirk Nowitzki, quien es uno de los embajadores de la FIBA para el Mundial. Marcos llegó y se sentó en primera fila justo cuando su selección encestó la primera canasta del partido, y luego posó al medio tiempo para fotografías a mitad de la duela.
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Pero la República Dominicana arruinó los festejos para los locales: Karl-Anthony Towns anotó 26 unidades para comandar un triunfo de 87-81 en duelo por el Grupo A. Jordan Clarkson finalizó con 28 tantos por Filipinas antes de salir por exceso de faltas en los instantes finales.
Filipinas celebra ser sede del mundial FIBA
“Esto es algo que nunca olvidaré”, dijo el alero filipino A.J. Edu. “Es una bendición vivir esta experiencia, no podía escuchar nada cada que anotábamos”.
El récord previo era de 32.616 aficionados, impuesto el 14 de agosto de 1994, cuando Estados Unidos superó a Rusia 137-91 en la final del torneo celebrada en el SkyDome de Toronto.
“Todos sabíamos que la Copa Mundial 2023 de la FIBA sería especial y desde el primer día dejamos evidencias de esto al haber presenciado un momento histórico”, dijo el presidente del torneo Richard Carrion.
Los aficionados llegaron temprano el viernes, algunos varias horas antes del partido. Hubo un encuentro previo en la arena, el triunfo de Italia ante Angola ante 21.214 espectadores en un duelo que inició cuatro horas antes del enfrentamiento entre Filipinas y República Dominicana.
Al concluir ese partido, los asientos siguieron ocupándose. Hubo un concierto previo y un espectáculo de danza. Para el momento en que los locales salieron a la duela, el lugar vibraba con anticipación.
En un principio, la Arena Filipinas tenía programado recibir la fase final del Mundial, incluidos partidos de medallas. Pero la FIBA cambió ese plan a principios de este año por cuestiones de tráfico y transportación. La arena, que puede recibir hasta 55.000 personas para algunos eventos, se ubica a por lo menos una hora en auto, tal vez mucho más dependiendo del tráfico, respecto a otros puntos de Manila que se usan durante el certamen.
El récord de asistencia está seguro por lo que resta del torneo. Los juegos del viernes son los únicos que se llevarán a cabo en la Arena Filipinas, mientras que las otras sedes en Manila, Japón e Indonesia son de mucho menor capacidad.