La NBA afirma que algunos jugadores pueden regresar a las instalaciones de entrenamiento de sus equipos a partir del viernes, si así lo desean, con algunas condiciones muy específicas y sólo si los gobiernos locales y estatales han autorizado la reapertura de esos centros.
No está claro cuántos jugadores podrán volver a la cancha —si es que alguno puede hacerlo— en esa jornada en que se levante una de las restricciones de la liga.
Miami tendrá permitido abrir sus puertas por primera vez en seis semanas pero no lo hará sino hasta el lunes, en lo que resuelve algunos detalles logísticos. Orlando tampoco recibirá a los jugadores inmediatamente.
Lo mismo pasa con Utah, el primer equipo impactado directamente por el coronavirus. El 11 de marzo, Rudy Gobert dio positivo del padecimiento COVID-19, lo que llevó a la suspensión inmediata de la temporada.
La mayoría de los equipos no tiene permitido abrir debido a las restricciones locales.
No se ha jugado baloncesto en dos meses, y la liga, los equipos y jugadores aún desean volver al trabajo, terminar la temporada y coronar un campeón. Pero quizá consciente de las dificultades que enfrentan otras ligas en sus esfuerzos por volver a jugar en medio de la pandemia de coronavirus, la NBA se está movimiento con precaución extrema.
“La meta principal es tener la confianza de los jugadores y el personal, de que pueden ingresar a las instalaciones de forma segura”, dijo el gerente general de Utah Dennis Lindsey.
Abrir los centros de entrenamiento es apenas la primera fase. No se sabe cuándo vendrá la segunda. No es inminente.
Hay motivo para tener esperanza. La NBA aún trabaja en un plan para realizar pruebas a los jugadores cuando vuelva la temporada. Ha intercambiado información con otras ligas en todo el mundo y hay casos de éxito.
Se está jugando ya béisbol en Corea del Sur. Los equipos de la MLS regresaron al terreno de juego el miércoles para entrenamientos con restricciones. La primera división alemana ha permitido el retorno de los jugadores a pesar de que personal y algunos jugadores han dado positivo.
Las reglas a las que tendrán que adherirse los equipos de la NBA cuando regrese la liga, incluso para las prácticas voluntarias, representarán algo nunca antes visto. Un espacio de cuatro metros entre cada persona, un jugador por canasta, un balón por cesta y no más de cuatro jugadores en las instalaciones al mismo tiempo.
Todos deberán utilizar mascarillas y guantes, excepto los jugadores durante los entrenamientos. Todos los jugadores serán sometidos a pruebas cardíacas antes de volver a los entrenamientos.
Cleveland se encuentra entre los equipos que espera abrir sus puertas a los jugadores el viernes. La próxima semana algunos equipos tendrán a sus jugadores de vuelta trabajando. Si todo sale bien, pronto los 30 equipos tendrán tiempo en la cancha.
Quizás en junio podrán entrenar juntos. Tal vez en julio vuelva la temporada. Hay varios obstáculos que superar antes de ese momento, el problema de las pruebas es el principal.
Aún no es un hecho que la temporada sea salvable. Pero el regresar a la cancha es un buen primer paso, incluso si la NBA está dando apenas pequeños pasos en esa dirección.