La Copa del Mundo de baloncesto arranca en una semana y Estados Unidos no se ve ya como el oro garantizado.
El sábado, Australia le envió ese mensaje al mundo.
La selección masculina de Estados Unidos perdió por primera vez en casi 13 años al caer 98-94 ante Australia en un juego de exhibición previo al Campeonato Mundial.
Patty Mills anotó 30 puntos por la escuadra australiana, que borró una desventaja de 10 puntos en la segunda mitad.
Fue la primera derrota para Estados Unidos en uno de los principales torneos internacionales o juegos de exhibición desde la semifinal del Campeonato del Mundo de 2006 ante Grecia. En ese torneo se conformaron con el bronce y permanecieron invictos durante los procesos para FIBA Americas 2007, los Juegos Olímpicos de 2008, el Campeonato Mundial de 2010, los Olímpicos de 2012, el Mundial de 2014 y los Olímpicos de 2016.
En total, fueron 78 triunfos consecutivos, la racha más larga en la historia del programa.
Y el sábado llegó a su fin.
“Desearon el triunfo más que nosotros”, dijo el base Kemba Walker, quien encabezó a Estados Unidos con 22 puntos. “Aprendimos la lección”.
La selección estadounidense encabeza el ranking mundial, pero durante su preparación para este Mundial — en el que muchos de los principales astros de la NBA optaron por no participar — Estados Unidos no luce como claro favorito al oro. El pasado 16 de agosto se impuso por nueve puntos a España en Anaheim, California, y requirieron de una espectacular segunda mitad para superar el jueves a Australia por 16 tantos, y el sábado dejaron escapar la ventaja.
Jugando en contra de su coach en San Antonio, el entrenador de la selección Gregg Popovich, Mills anotó nueve puntos consecutivos en el último cuarto para adelantar a los locales.
“Fue increíble”, declaró Mills.