Isaiah Thomas esperó un poco más. Y cuando hubo una pausa en el partido, ingresó en la cancha, aclamado por un público que no lo había visto con el uniforme local, para poner fin a un largo periodo de inactividad.
Thomas ofreció destellos del talento que lo llevó al Juego de Estrellas, al debutar finalmente con los Cavaliers de Cleveland, que se impusieron el martes 127-110 sobre los Trail Blazers de Portland y cortaron una racha de tres derrotas consecutivas.
“He recorrido un camino largo”, afirmó Thomas. “De verdad que no podía ver la luz al final del túnel desde aquel día hasta los primeros dos de 2018. Va a ser un año especial”.
La noche fue precisamente especial para Thomas, quien anotó 17 puntos y jugó 19 minutos en lo que fue su primer partido en siete meses. El armador, cedido a Cleveland mediante un canje antes de esta campaña, agregó tres triples y el mismo número de asistencias, antes de marcharse, a 8:10 minutos del final y cuando los Cavs ganaban por 12 unidades.
Antes de abandonar la cancha, Thomas recibió un abrazo de LeBron James y otro del entrenador Tyronn Lue, quien le dirigió unas palabras.
“Bienvenido de vuelta”, le expresó.
James anotó 24 puntos, Kevin Love añadió 19 y Jae Crowder sumó 15 por Cleveland, que venía de caer ante Golden State, Sacramento y Utah.
Damian Lillard totalizó 25 tantos por los Blazers, luego de perderse cinco partidos por una lesión de muslo. Jusuf Nurkic agregó 23 puntos, mientras que CJ McCollum contabilizó 19 por Portland.
Thomas no jugaba desde el 19 de mayo. La ruptura de un cartílago en su cadera puso fin a su postemporada de 2017 con Boston y amenazó su carrera.
Pero el armador, quien inspiró a los Celtics el año pasado, al seguir jugando pese a la muerte de su hermana, fue paciente en su proceso de rehabilitación.
Y con 4:33 minutos restantes en el primer periodo, entró al partido, mientras resonaba una aclamación por parte de los fanáticos, quienes consideran que puede ayudar a otra coronación de los Cavs.
“Fue un momento especial”, comentó. “No había jugado, y uno pensaría que había estado acá durante años, peleando en la final con este equipo. Fue muy especial que mi familia estuviera aquí, que mi esposa y mis hijos vieran esta muestra genuina de amor”.