Los coágulos de sangre que han afectado a Chris Bosh las tres últimas temporadas representan una condición médica que podría poner fin a su carrera como basquetbolista, y permitirá al Heat de Miami sacarlo de su plantilla y no tener que contar su sueldo para efectos del tope salarial de la NBA, dijo a The Associated Press una persona con conocimiento de la situación.
La persona habló el viernes bajo la condición de no ser identifica porque el acuerdo no había sido anunciado.
Bosh no podrá volver a jugar con el Heat, dijo la persona, quien agregó que Bosh podría jugar con otro equipo si recibe el visto bueno médico.
Si eso sucede, y por ahora ni siquiera se sabe si es una posibilidad porque se desconocen los detalles sobre la salud de Bosh, el Heat no corre peligro de que parte de los 52 millones de dólares que se le deben a Bosh en las dos próximas temporadas sea aplicado a su tope salarial.
“En mi corazón sigo siendo un basquetbolista”, dijo Bosh a la AP en marzo. “No puedo evitarlo”.
Bosh, de 33 años, integró un formidable trío con LeBron James y Dwyane Wade en Miami entre 2011-14, un período en el que disputaron cuatro finales consecutivas y ganaron dos títulos de la NBA.
El alero tuvo su primer problema con los coágulos en febrero de 2015, cuando estuvo hospitalizado durante varios días. El jugador se recuperó y promediaba 19,1 puntos en la temporada de 2015-16 cuando tuvo otro problema de coágulos, justo antes del receso del Juego de Estrellas. Desde entonces no volvió a jugar.