En el zoológico de Chile un tigre de Bengala y un orangután de Borneo, ambos en peligro de extinción, fueron vacunados contra el COVID-19, como parte de un programa experimental único en América Latina
Con 26 años de vida, Sandai es un ejemplar de orangután único en Sudamérica, con un gran potencial para la reproducción de una especie bajo amenaza crítica de extinción. Charly es a sus tres años un inmenso tigre de bengala, la especie felina más grande del mundo.
Ambos forman parte del grupo de 10 animales que recibieron el lunes su segunda dosis de la vacuna contra el covid-19 en el Buin Zoo de Santiago, uno de los zoológicos privados más grandes de América Latina, en el marco de una campaña experimental que lleva adelante esta institución tras una donación del laboratorio veterinario «Zoetis».
«Sandai es un ejemplar único de Sudamérica, con un potencial reproductivo importante para la especie y eso nos llevó a poner foco en inmunizarlo»; explicó a la AFP el médico veterinario y director de Buin Zoo, Ignacio Idalsoaga.
Se agregaron también grandes felinos como Charly, además de otros tres leones, dos tigres y tres pumas.
Zoológico en Chile comienza a vacunar a animales
La primera dosis fue administrada el 13 de diciembre; la segunda, el 3 de enero. La mayoría de las especies fueron vacunadas sin necesidad de ser anestesiadas, tras un largo proceso de aprendizaje a base de estímulos.
«Es un proceso bien largo pero a la vez bien bonito»; explica Esteban Idalsoaga, jefe del Departamento de Bienestar animal del zoológico.
«Cuando son conductas bien complicadas como una inyección, donde ya sabemos que van a tener una molestia o van a sentir el pinchazo, el premio tiene que ser más grande que la molestia», explica.
A Charly lo entrenaron dándole en la boca una buena porción de carne fresca. A Sandai le ofrecieron grandes cantidades de plátanos, su comida favorita.
El entrenamiento -que en el caso del tigre Charly demoró unos seis meses- se inició al principio tocándole el muslo con un lápiz; para luego usar una púa de puercoespín, sin atravesar la piel. Todo para no anestesiarlos.
Proteger a los más susceptibles
En el Buin Zoo no se han reportado casos de animales infectados, pero en Estados Unidos, seis leones africanos, un tigre de Sumatra y dos siberianos del zoológico de Washington fueron tratados tras dar positivo al covid-19 a mediados de año.
Los cuidadores del recinto observaron disminución del apetito, tos, estornudos y letargo en cada uno de ellos.
Antes, gorilas del zoológico de Atlanta, Georgia, dieron también positivo al coronavirus.
«La idea es proteger a los animales más susceptibles de contraer coronavirus y al mismo tiempo hacer un seguimiento sobre si las vacunas generan la inmunidad y cuánto dura esa inmunidad, que es muy parecida a los procesos en humanos»; dice Sebastián Celis, jefe del Departamento de Veterinaria del Buin Zoo.