Al menos 10 personas murieron este sábado en Haití, luego de que una pandilla abriera fuego; en medio de una marcha encabezada por una iglesia cristiana de Canaan, un barrio improvisado a las afueras de Puerto Príncipe.
En medio del clima de violencia creciente encabezado por las pandillas que operan en Haití, un nuevo episodio de ensañamiento de estas organizaciones se registró; contra un grupo de cristianos que se movilizaron para exigir el fin de las matanzas perpetradas por una banda que se hace llamar «los talibán de Canaan».
Los manifestantes de la iglesia «Eglise Piscine de Bethesda», algunos armados con machetes y palos, se habrían congregado en un intento por liberar al suburbio de Canaan de la influencia de las bandas.
En algunos videos subidos a las redes sociales, se observa cuando los pandilleros abrieron fuego contra los fieles, encabezados por Marcorel Zidor, conocido como el pastor Marco.
Pastor de Haití condujo a sus fieles a la masacre
No obstante, no hay todavía cifras oficiales y más de una docena de personas fueron tomadas como rehenes por la banda Canaan, liderada por el llamado Jeff.
Los pandilleros difundieron varios vídeos cortos demostrando que tienen como rehenes a varias personas que habían participado en la actividad del pastor Marco. Algunas víctimas confesaron su participación en la marcha.
#HAITI: Several hundred worshipers from the "Eglise Piscine de Bethesda" church led by Pastor Marcorel Zidor, armed with machetes, sticks or pikes, marched to dislodge the powerful gang operating in Canaan. The initiative reportedly ending in a bloodbath. pic.twitter.com/1GQwo2wBXw
— CaribbeanNewsNetwork (@caribbeannewsuk) August 27, 2023
Por el momento, las autoridades policiales, judiciales y municipales de Croix-des-Bouquets, en el norte de Puerto Príncipe, no han realizado ninguna comunicación oficial sobre esta masacre. La dirección general de la Policía Nacional de Haití, las asociaciones de pastores y el Gobierno guardan silencio.
En las redes sociales, los internautas expresaron su enojo por la irresponsabilidad del pastor Marco que condujo a sus fieles a la masacre.