Un estudiante murió y otro fue detenido el viernes 13 de agosto; después de un tiroteo a la hora de la comida en una escuela secundaria cercana al centro de Albuquerque, indicó la policía.
El tiroteo en la Escuela Secundaria Washington es el segundo en Albuquerque en menos de 24 horas. La ciudad se encamina a romper este año su récord de homicidios; luego de que en los primeros ocho meses de 2021 alcanzó el máximo anual previo de 80 asesinatos registrado en 2019.
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Scott Elder, supervisor de Escuelas Públicas de Albuquerque, dijo en conferencia de prensa con la policía que fue un día terrible para el distrito escolar y para toda la comunidad. «Quiero enviar mis pensamientos y oraciones a todos nuestros estudiantes, a todas nuestras familias afectadas por este horrible acontecimiento»; agregó.
La gobernadora Michelle Lujan Grisham dijo el viernes que está desconsolada y señaló que es necesario trabajar más para enfrentar la violencia con armas de fuego en Nuevo México.
Por su parte, Kyle Hartsock, subcomandante de la policía; indicó que el tiroteo fue un incidente aislado entre los dos estudiantes, que se cree tenían unos 13 años de edad. Dijo que un agente escolar corrió en dirección a los dos chicos después de los disparos e impidió que hubiera más violencia.
Policía continuará investigaciones en la escuela de Albuquerque
Los investigadores intentan determinar cómo obtuvo el estudiante el arma y qué podría haber provocado el tiroteo, señaló Hartsock. Dijo que otros alumnos serán entrevistados dentro de las pesquisas de los detectives para intentar descifrar qué sucedió.
La escuela dispuso un cierre de emergencia y se solicitó a los padres que pasaran a recoger a sus hijos. El viernes fue el tercer día de clases en el distrito de escuelas públicas de Albuquerque.
Aunque los estudiantes regresarán hasta el martes; Elder señaló que el personal del plantel hará preparativos para que los alumnos tengan acceso a asesoría psicológica y otros servicios de apoyo que necesiten.
«Por supuesto que es extremadamente difícil», señaló Hartsock en referencia a que algo así sucediera tan pronto en el año escolar. «Hay mucha presión en la comunidad. La gente está nerviosa. Fue un incidente terrible entre dos personas. No debería haber ocurrido nunca… Esto no debe pasar en la comunidad. Sin duda tampoco en la escuela».
La policía dijo que habrá más agentes cuando los estudiantes regresen; con la esperanza de que brinden una sensación de seguridad y en caso de que los alumnos tengan alguna información adicional sobre el tiroteo.