Lo que parecía un encuentro tranquilo entre una pareja, resultó en el femicidio a Yailyn Quesada Luna, de 18 años; y en el suicidio del aparente compañero sentimental de Quesada, quien fue identificado con los apellidos Lobo Murillo, de 52 años.
De acuerdo al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los hechos tuvieron lugar en la casa del femicida y hoy occiso; en el sector de Barrio 20 de noviembre, en Chacarita de Puntarenas.
Los agentes recibieron el reporte de que en una vivienda tipo cabinas se encontraban dos cuerpos aparentemente fallecidos, por lo que los oficiales de la sección de inspección oculares se desplazaron al sitio y; efectivamente, hallaron los restos de la pareja en el lugar.
Sumado a eso, los investigadores en el lugar encontraron dos cuchillos con posible rastro de sangre y a la fémina con heridas de arma blanca en su cabeza. También hallaron el cadáver de Murillo; que se habría quitado la vida tiempo después de haber cometido el asesinato de la joven.
Según informaron las autoridades, la hija del homicida habría encontrado los cuerpos de su padre y de Quesada sin vida, por lo que ella dio aviso a las autoridades a través de la línea 9-1-1, que desplazó unidades de Fuerza Pública.
Al arribar a la escena, los efectivos acordonaron el sitio y reportaron lo sucedido a los colegas del OIJ; quienes realizaron las pesquisas del caso.
Con la intención de conocer mayores detalles de lo sucedido, se contactó a Yajaira Gómez, tía de la víctima, quien relató cómo sucedieron los hechos.
“Ella estudiaba en el INA, por lo que se encontraba recibiendo clases, como de costumbre.
Después de eso el OIJ y los mismos compañeros del salón confirmaron que salió de clases y se montó al bus con los demás estudiantes y ellos vieron cuando llegó en la parada y se bajó del transporte público para comenzar caminar para la casa.
Sin embargo, ya era muy tarde y no volvía a la casa, por lo que nos empezamos a preocupar y utilicé las redes sociales para que me ayudaran a buscar a mi sobrina; ya que desde las nueve de la noche estaba desaparecida y no contestaba el teléfono.
Tiempo después nos dimos cuenta de que se había topado con este sujeto y después de ahí sucedió lo que ya se sabe”, narró.
Gómez señala que no sabe cómo se conoció con el femicida, sin embargo, añadió que tanto su sobrina y él eran del mismo barrio; por lo que debieron conocerse en la localidad y así fue como formalizaron una relación.