Cuba y el mundo entero rememoran, el ejemplo de lucha emancipadora y resistencia del guerrillero heroico Ernesto Che Guevara, en el 95 aniversario de su natalicio.
Los ejemplos y enseñanzas del Che Guevara perduran, algo que no previó el imperialismo cuando ordenó su muerte. Si le temían antes, ahora le temen más.
El crecimiento del héroe y la admiración que suscitó están marcados por detalles interesantes y curiosas facetas.
Ejemplos y enseñanzas del Che Guevara perduran
La cultura, talento y el convencimiento que tuvo el Che del papel del by la divulgación de la historia, se manifestaron en sus libros “Pasajes de la guerra revolucionaria” y “Guerra de guerrillas”, donde analizó aspectos de la lucha revolucionaria y acontecimientos ocurridos en Cuba y otros lugares del mundo.
El Che consideraba el ajedrez un instrumento educativo para desarrollar la voluntad, el rigor y la flexibilidad. Estimaba, además, que desarrollar el ajedrez y la matemática podía abrir puertas al desarrollo en numerosas esferas.
Mientras permaneció en Cuba, Guevara fue un promotor incansable del ajedrez. Creó torneos estatales y el certamen internacional Capablanca in Memoriam. Su labor de promotor le valió ser incluido en el Libro de Oro de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
Lucha revolucionaria
Numerosos cantores y poetas, representantes del ámbito cultural latinoamericano y también más allá, inmortalizaron al Che en sus canciones y versos.
El cantor del pueblo, el venezolano Alí Primera, le dedicó una hermosa canción, titulada “Hacen mil hombres”: Tus manos aún muertas/ están viviendo/ porque aprietan el gatillo/ combatiente guerrillero/ de aquel enorme fusil/ la voluntad de los pueblos…
Silvio Rodríguez ha expresado que la épica guevariana tocó profundamente el alma de muchos jóvenes de varias generaciones.
Hasta donde sabemos, el trovador cubano ha compuesto siete canciones dedicadas a Guevara: “La era está pariendo un corazón”, “Fusil contra fusil”; además de “América, te estoy hablando de Ernesto”, “Un hombre se levanta” (o “Antesala de un Tupamaro”), “La oveja negra”, “Hombre” y “Tonada del albedrío”.
Entre los muchos poetas a los que el Che inspiró, se puede mencionar a Roque Dalton, Mario Benedetti y Nicolás Guillén.
Pablo Neruda y el Che se conocieron en 1959. Años después, tras su muerte heroica en Bolivia, el bardo chileno contó: “Me conmueve que en el diario del Che Guevara sea yo el único poeta citado por el gran guerrillero. Recuerdo que el Che me contó una vez (…) cómo leyó muchas veces mi Canto General a los primeros, humildes y gloriosos barbudos de Sierra Maestra”.