El 23 de diciembre de 1972 la capital de Nicaragua, Managua despertó tras un fuerte sacudida que sembró pánico y terror en toda la ciudad.
A través de un reportaje especial de la cadena de Noticias Internacionales RT se conmemora 50 años de unos de los peores desastres naturales en la memoria de este país centro americano.
De manera que, este viernes se cumple 50 años de este trágico episodio que provocó más de 10.000 muertos, decenas de miles de heridos y damnificados; así como enormes daños materiales que dejaron a la capital del país centroamericano sumida en escombros, incendios, devastación y caos.
Un sismo, recordado como brutal, terrible y traumático, con una magnitud superior a los 6 grados. Y que una hora después agregó dos réplicas por encima de los 5 que destruyeron casi en su totalidad el centro de Managua.
Managua había quedado en ruinas
Los primeros reportes de la época reseñaron que la serie de «poderosos terremotos» habían destruido gran parte de la capital nicaragüense, derrumbaron edificios, viviendas, generaron fuertes incendios y habían dejado unos 18.000 fallecidos.
Ante la imposibilidad de certificar la cifra de muertes; porque muchos de los cuerpos quedaron bajo los escombros o incinerados por las llamas, se empezó a decir que el total de muertos era más de 10.000. El hecho catalogado como una catástrofe, sobre todo por la conmoción que causó en la población, que para la época era de unas 400.000 personas.
La dantesca escena que impuso la serie de temblores fue descrita como apocalíptica y comparada con la devastación que causaron las bombas atómicas lanzadas por EE.UU. sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Apocalíptica escena tras el terremoto
Tras el primer terremoto, miles de sobrevivientes que se encontraban en pijamas o ropa para dormir; corrían desesperados buscando familiares, muchos de ellos removían los escombros e intentaban entrar a las viviendas para rescatar a sus seres queridos.
Igualmente, había llanto y desesperación. Mientras pasaban los minutos los cuerpos de los fallecidos, muchos de ellos mutilados, se iban amontonando en las calles. Mientras los mismos residentes de la capital hacían labores de búsqueda, en su mayoría infructuosa.
Una hora después, cuando se registraron en pocos minutos las dos réplicas sísmicas, las casas que aún se mantenían en pie terminaron por caerse y, con ello, muchas personas que buscaban a sus familiares quedaron sepultadas, aumentando así el número de víctimas.
Falla sísmica
Se calculó que 70 % de Managua había quedado en ruinas. Además, las réplicas sísmicas causaron explosiones e incendios que se descontrolaron. Los servicios de agua, electricidad y comunicaciones quedaron cortados. Sin embargo, algunos sobrevivientes que eran radioaficionados fueron claves para enviar mensajes de rescate en medio de la emergencia.
El temor generado por la serie de temblores, que tuvo como epicentro el Lago Xolotlán en la falla sísmica de Tiscapa, provocaron que los residentes quisieran salir despavoridos de la ciudad. Las carreteras de entrada y salida quedaron atascadas mientras el desastre y la conmoción aumentaban.
Por lo tal razón, la situación se tornó incontrolable debido a que los sismos partieron la principal tubería de agua potable y desplomaron los dos cuarteles del cuerpo de bomberos de Managua y las unidades de socorro quedaron bajo tierra.
Trágico accidente aéreo con ayuda humanitaria para Managua
Uno de los más recordados por los hechos después del terremoto fue el deportista puertorriqueño Roberto Clemente, exaltado al Salón de la Fama del Béisbol, quien murió en un trágico accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972 cuando el avión en el que viajaba hacia Nicaragua para llevar ayuda humanitaria se precipitó al mar Caribe.
Tras aquella noche de terror, la ciudad de Managua logró resurgir de sus cenizas a través de los años. Sin embargo, aún quedan lugares que recuerdan el fatídico desastre.
Uno de estos lugares es la ‘Catedral Vieja’ de Managua, que entre sus espacios muestra el reloj del campanario, que desde el 23 de diciembre de 1972 quedó marcando las 12:35 de la madrugada, cuando toda la ciudad fue sacudida por el terremoto.