Las autoridades de México condenaron a 14 años de prisión a una adolescente, luego que durante un acto de crueldad sin precedentes, estranguló y calcinó a sus padres adoptivos en el 2013.
Gracias a la decisión que tomaron las autoridades mexicanas, el atroz caso que protagonizó Ana Carolina López Enríquez volvió al «ojo del huracán»; ya que salió libre por su buena conducta.
Según los informes, a Ana Carolina la adoptó Efrén López Tarango, de 65 años, y Albertina Enríquez Ortegón, de 45, cuando era solo una niña. A pesar de los esfuerzos de sus padres adoptivos por brindarle un hogar amoroso, la joven siempre albergó resentimiento hacia sus hermanastros y manifestaba sentimientos de exclusión.
La tranquila imagen que Carolina solía proyectar ante los demás ocultaba un plan macabro.
Según fuentes locales, la joven buscó la ayuda de su novio, José Alberto Grajeda Batista, con quien llevaba pocos meses de relación; para llevar a cabo su siniestro plan. Un amigo de la pareja, Mauro Alexis Gómez Zamarrón, también se sumó a la estrategia.
Atroz muerte de padres adoptivos en México
De acuerdo a las autoridades, el objetivo de Ana Carolina era cobrar la herencia de sus padres y casarse con José Alberto.
El viernes 3 de mayo de 2013, la tragedia se desató en el hogar familiar. Según los informes recopilados, Carolina atrajo a sus padres a la cocina bajo la excusa de pedirles ayuda; momento en el que Mauro aprovechó para estrangular a Albertina con un cable, mientras ella miraba fijamente a su hija, perdiendo la vida de manera trágica.
Posteriormente, le inyectaron tres jeringas de veneno para ratas en el pecho y la yugular de Albertina y escondieron su cuerpo hasta que Efrén llegara a casa. Carolina empleó el mismo método para asesinar a su padre, Efrén López.
Una vez consumados los crímenes, llevaron los cuerpos a una zona baldía cerca del Parque Acuático Sapo Verde, en el Periférico Lombardo Toledano, donde los rociaron con gasolina y les prendieron fuego.
La justicia mexicana condenó a Ana Carolina a 14 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio agravado y fue trasladada al Centro Especializado en Reinserción Social para Menores Infractores, de donde salió en libertad cinco años más tarde tras un comportamiento“ejemplar” pic.twitter.com/C6QVbOf4FP
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La investigación del horrendo suceso reveló que José Alberto, incapaz de soportar la presión, confesó su participación en los hechos. «¡Ya no puedo más, necesito un psicólogo!», imploró ante las autoridades de México.
Por su parte, Ana Carolina, sin mostrar remordimiento alguno, explicó: «Sí y no. Sí porque ya no podré casarme con mi novio. No, porque ya no aguantaba a mis padres. Yo buscaba amor y ellos solo lo compraban todo con dinero; pero nunca mostraban su cariño con humildad. Nadie entenderá lo que tuve que soportar durante tantos años. No lo hice sin motivo».
Cabe destacar que la justicia de México condenó a Ana Carolina a 14 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio agravado y fue trasladada al Centro Especializado en Reinserción Social para Menores Infractores, de donde salió en libertad cinco años más tarde tras un comportamiento“ejemplar”.