En Brasil se calculan más de 30 agrupaciones criminales, pero ninguna se compara a la banda secreta que coordina el crimen en las cárceles y favelas más marginales del país.
El Primer Comando de la Capital, PCC, es la organización delincuencial más grande en el país suramericano y desde los noventa han ido expandiendo su poder, a tal punto de contaminar las calles de Paraguay, Bolivia, Colombia y Uruguay.
El nacimiento de esta terrible banda se da en el centro penitenciario de Taubaté; donde eran concentrados los prisioneros de alta peligrosidad, lo que provoco que estos temidos sujetos se aliaran y crearan la estructura criminal más organizada, estableciendo estatutos y cuotas mensuales de sus integrantes para financiar la compra de armas y drogas.
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La banda criminal en sus inicios coordinaban atentados violentos contra edificios públicos; dirigidos desde el complejo penitenciario. Además de motines y rebeliones en las cárceles que cobraban cientos de muertos.
Durante el 2007 coordinaron la mayor rebelión carcelera jamás antes vista en el mundo, con cierres simultáneos en 70 instalaciones de todo el país; lo cual dejo un saldo de 150 personas fallecidas.
Cabecilla de la banda
Actualmente la banda criminal es dirigida por marcos Williams Herbas Camacho, alias “Márcola”, con su liderazgo adquirieron mayor poder y sofisticación lo que permitió que comenzaran a extenderse, estableciendo operaciones de tráfico de drogas y armas en países vecinos. Además, desarrollando vínculos con la poderosa mafia italiana.
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Aunque su principal fuente de dinero es el tráfico de drogas; el PCC también consigue sus ingresos con el robo de bancos, sicariato y secuestros.
Actualmente la banda está compuesta por más de 30.000 miembros y tienen prácticamente el 90% del control de la población carcelaria de Brasil. Además es considerada una transnacional del crimen organizado presente en Europa y Asia.
Nota elaborada por Edilson Orozco