Al menos 40 migrantes haitianos perdieron la vida y varios más resultaron heridos, luego de que la embarcación en la que viajaban se incendiara frente a Cabo Haitiano; en el norte de Haití.
El incidente ocurrió cuando el barco, que había zarpado con más de 80 personas a bordo, se dirigía hacia las islas Turcas y Caicos; en un trayecto de 250 kilómetros.
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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), confirmó el suceso y expresó su consternación ante la magnitud de la tragedia.
Según Grégoire Goodstein, jefe de Misión de la OIM en Haití; este devastador suceso subraya los riesgos extremos que enfrentan los migrantes, en su mayoría niños, mujeres y hombres, cuando optan por rutas migratorias irregulares y peligrosas.
Tragedia en Haití
«La necesidad de contar con rutas migratorias seguras y legales es ahora más urgente que nunca«; declaró Goodstein en un comunicado.
El incendio de la embarcación destaca las condiciones precarias y los riesgos inherentes a los viajes migratorios no regulados, que a menudo ponen en peligro la vida de quienes buscan mejores oportunidades en el extranjero.
La OIM y otras organizaciones internacionales han instado a los gobiernos a mejorar las políticas migratorias y proporcionar alternativas seguras para los migrantes.
Este trágico evento pone de manifiesto la creciente crisis migratoria en la región y la desesperada necesidad de soluciones integrales para proteger a los migrantes en su búsqueda de una vida mejor.
La comunidad internacional enfrenta ahora el desafío de responder de manera efectiva para evitar que tales tragedias se repitan.
