En su primer día asumiendo como presidente de Brasil, Lula da Silva, revocó más de una decena de decretos del gobierno de Bolsonaro. Este fue uno de sus primeros actos tras tomar posesión de la Presidencia brasileña.
Con los decretos se suspende la política de flexibilización para la adquisición de armas y el inmediato retiro del programa de privatizaciones de la petrolera Petrobras y la de logística Correios y la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC); la red de medios públicos.
Lula, por un lado, ha determinado que la Controlaría General de la Unión (CGU) tendría que reevaluar en el plazo de 30 días el secreto impuesto durante 100 años a documentos e información de la Administración Pública, decisión del Ejecutivo anterior.
Según informó en un comunicado el equipo de prensa de Lula, también se restableció el Fondo Amazonia; una caja de donaciones internacionales comandada por Noruega y Alemania que había sido despreciada por el Gobierno de Bolsonaro destinada al desarrollo productivo de las comunidades amazónicas.
Otras medidas que toma Lula da Silva en Brasil
El dirigente brasileño ha firmado varias medidas provisionales, una de ellas garantiza el pago de 600 reales brasileños (106 euros) a las familias inscritas en el actual programa Auxilio Brasil y que, a partir de ahora; pasa a llamarse Bolsa Familia.
La segunda amplía la exención de impuestos sobre los combustibles; y la tercera reestructura el Gobierno al aumentar el número de ministerios.
Además, Lula ha ordenado a sus ministros que presenten propuestas para sacar del proyecto de privatización a empresas públicas como la petrolera Petrobras o el servicio postal Correios.