La Policía Federal de Brasil ha informado de que se ha incautado 1,3 toneladas de cocaína distribuidas en 24 maletas que estaban a nombre de un pasajero español. Los equipajes estaban en el interior de un avión ejecutivo de procedencia turca y que tenía como destino final la ciudad de Bruselas, en Bélgica.
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La aeronave ejecutiva fue interceptada durante una escala en el aeropuerto de Fortaleza; en el estado brasileño de Ceará (nordeste), tras haber despegado desde Ribeirao Preto, en el interior de Sao Paulo.
El vuelo había despegado de Riberão Preto, una ciudad del interior de São Paulo, y su destino era Bruselas (Bélgica) pero hizo una parada en Fortaleza para los trámites de inmigración. Y fue allí donde las fuerzas de seguridad intervinieron.
Según las autoridades, los narcóticos estaban escondidos en 24 maletas que pertenecían a un pasajero español cuya identidad no la divulgaron. Los policías encontraron 50 tabletas de droga en cada uno de los equipajes, lo que supuso un total de 1.200 tabletas de cocaína intervenidas.
Tanto el pasajero español como los cuatro miembros de la tripulación de la avioneta, todos de origen turco; fueron conducidos a la sede de la Policía Federal, donde serán interrogados.
Más de una tonelada de cocaína en 24 maletas
Asimismo, los agentes de seguridad intervinieron el avión, los teléfonos móviles y los documentos de los cinco involucrados; materiales que ahora deberán ser evaluados por un equipo de peritos. «Las investigaciones continúan con el análisis de ese material»; señala la Policía en un comunicado.
La policía ha divulgado un vídeo que muestra el momento en el que descubren el cargamento. Se ve al pasajero con mascarilla sentado en su asiento ante una mesa, sobre la que reposa una maleta grande sujeta con correas.
El comandante de la aeronave observa en presencia de un agente de paisano. Un segundo policía al que no se ve pregunta al pasajero si la maleta es suya; este responde en español que no, pero ante la insistencia del agente abre la cremallera… y allí no hay ropa ni útiles personales. El primer agente comienza a sacar los fardos que rasga con una navaja.
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