Un expolicía que estaba detenido por una causa por narcotráfico en una cárcel federal en Salta, Argentina, fue condenado a 11 años de prisión por el intento de femicidio de su ex pareja, a quien quiso degollar durante una visita conyugal.
Fuentes del Ministerio Público Federal informaron que, tras más de un mes de audiencias, el Tribunal Oral Federal 1 de Salta condenó a Ramón Oscar Luna por el delito de «tentativa de femicidio doblemente agravado por el vínculo y violencia de género«.
El tribunal; también lo halló culpable las «lesiones leves» en perjuicio de dos guardias.
Te puede interesar: Alemania: Cadena perpetua a sirio por ataque mortal a pareja homosexual
El expolicía que estaba detenido por un delito de narcotráfico en el Complejo Penitenciario Federal NOA III, recibió la sentencia por un hecho ocurrido el 17 de enero de 2020; cuando el acusado intentó matar a su pareja en el transcurso de una visita conyugal.
Durante las distintas audiencias del debate participaron la abogada querellante y el defensor de Luna, Felix Arancibia. Además del fiscal federal Ricardo Toranzos, del área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta.
El tribunal escuchó numerosos testigos; tanto personal del Servicio Penitenciario Federal como familiares, psicólogos y psiquiatras, a la víctima y al acusado. Quienes dieron sus versiones de lo sucedido en la habitación destinada para visitas íntimas.
Expolicía premeditó todo
Al momento de alegar, el fiscal sostuvo que en el desarrollo del proceso quedó probada la conducta del acusado; pero no sólo en el momento en que atacó a la víctima sino también en cada paso previo del plan orquestado por el expolicía.
También puedes ver: Adolescente hondureña es encontrada sin vida bajo un puente en Miami
“Luna premeditó todo, dispuso una suma de dinero para ser retirado por su mujer, siendo éste uno de los motivos más fuertes utilizados para asegurarse la presencia de la víctima; a quien incluso le pidió de manera expresa que no fuera con la hija, por lo que vemos que había pensado en todos los detalles”; dijo Toranzos.
En medio de una escena de reclamos por celos, en la que la mujer dio a conocer su decisión de cortar la relación, algo que el expolicía ya esperaba, le pidió un “último beso”.
Acto que aprovechó para tomar un cuchillo y realizarle un corte profundo en el cuello y golpearla.
La intervención de un guardia, que escuchó los pedidos de auxilio de la víctima, evitó el femicidio, aunque el recluso ofreció una tenaz resistencia al punto que llegó a lesionarlo, a él y a un funcionario del Servicio Penitenciario con cabezazos y mordidas, sin perder de vista a su víctima; a quien quería atacar nuevamente para cumplir con su plan.
Por Crónica