Las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica confirmaron que los huesos encontrados dentro del cocodrilo sacrificado en Matina, Limón, sí pertenecen al niño nicaragüense arrastrado por el animal en octubre pasado.
De la misma manera, Maryini Fernández Flores, la madre del menor de 9 años, confirmó que los restos hallados dentro del animal eran de su hijo.
- Quizás te puede interesar: «Desgraciados ticos» Matan a su bebé de 2 meses a punto de golpes
Así mismo, Fernández Flores dijo que su esposo, Julio Otero, irá el próximo lunes a la morgue judicial para retirar el resultado oficial del ADN; que se tomó de los huesos tras 6 meses de haber sido tomados.
“Ya salieron los resultados, pero mi marido no ha ido todavía a recogerlos, fue a mi hija a la que le dijeron por teléfono que eran positivos y que podía ir por ellos. Antes habían negado que fuesen de mi hijo porque parece que valen más los animales que las personas, no sé si no querían darlos o que como somos nicaragüenses nos han dejado a un lado”; aseguró la mujer.
Autoridades de Costa Rica confirmaron el hallazgo
Por tal razón, los padres del menor se fueron a vivir a Nicaragua; pero próximamente Otero se vendrá para Costa Rica.
Igualmente, Fernández recalcó que “Yo como madre quiero que se haga justicia, porque lo que hicieron fue una ingratitud; pasaron muchos meses sin decirnos nada y hasta ahora salen con que son positivos. Como no eran los hijos de ellos, no les interesó, porque solo uno como padre siente el dolor».
Cabe destacar que, los hechos ocurrieron a finales de octubre del 2022, cuando la familia de nacionalidad nicaragüense estaba disfrutando y bañándose a la orilla del río Matina y, de pronto, el cocodrilo salió del agua y agarró al menor por el brazo y lo arrastró con sus fauces hasta sumergirlo.
Lugareños capturaron al cocodrilo
Sin pensarlo dos veces, dieron la alerta al Sistema de Emergencias 9-1-1, que desplazó personal tanto del Cuerpo de Bomberos como de la Cruz Roja de Costa Rica para atender la emergencia y buscar al reptil.
Tras varios días de búsqueda los lugareños capturaron al animal, le cortaron la garganta y le abrieron el estómago para sacarle todo lo que tenía en el vientre.
Al reptil se le encontraron huesos que aparentemente eran del menor, así como rastros de cabello; los cuales fueron llevados al Complejo de Ciencias Forenses para revisarlos y conocer si pertenecían al chiquito.
Finalmente, 6 meses después, la familia fue notificada de que los restos eran de su hijo.
