Costa Rica enfrenta una ola de inseguridad que parece no tener fin. Este lunes 27 de enero, las autoridades judiciales iniciaron una investigación tras el hallazgo del cuerpo de un hombre de 47 años en El Roble, San Antonio de El Tejar, en Alajuela.
El cadáver presentaba signos evidentes de violencia, incluyendo marcas de golpes, lo que ha encendido las alarmas en una comunidad ya afectada por el creciente clima de inseguridad.
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El hecho fue reportado a las 9 p. m., cuando personal de la Cruz Roja de Costa Rica llegó al lugar para atender la emergencia. Sin embargo, al arribar, confirmaron que la víctima no presentaba signos vitales.
“Se trata de un paciente sin vida, con signos de violencia. Aún se desconocen los motivos del suceso”; indicó un vocero de la benemérita institución.
Violencia en Costa Rica
Este caso se suma a una serie de eventos violentos que han sacudido al país en los últimos meses, reflejando una preocupante tendencia al alza en los índices delictivos. Vecinos de la zona expresaron su temor y frustración ante la falta de acciones concretas para combatir la inseguridad.
“Estamos cansados de vivir con miedo. Esto no es el Costa Rica que conocimos”; comentó un residente local.
Las autoridades judiciales han asegurado que trabajan para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Sin embargo, la población exige respuestas más efectivas y un plan integral que aborde las raíces del problema.
Mientras tanto, el fantasma de la violencia sigue cobrando víctimas, dejando a un país que alguna vez fue símbolo de paz sumido en la incertidumbre y el temor.
