La justicia de El Salvador otorgó en enero pasado, la libertad condicional a la joven Kenia, quien pasó nueve años en prisión como parte de una condena de 30 años por el delito de homicidio agravado cometido de acuerdo a los cargos, por abortar.
Kenia tenía 17 años cuando sufrió una caída que le hizo perder su embarazo. En El Salvador, donde el aborto es ilegal en todos sus extremos, la enviaron a la cárcel cuando dejó el hospital. Actualmente, tras ser liberada, por el beneficio de la «libertad anticipada», contó su historia.
La joven estudiaba su primer año de bachillerato cuando quedó embarazada. Poco después, en un granero a un costado de su casa, se cayó y tuvo una «emergencia obstétrica«. Su padre la halló desangrándose.
La historia de Kenia una joven de El Salvador
Llamaron a emergencias de la Policía, pero nadie llegó. «Mi bebé nació y no reaccionó, lo último que recuerdo fue que vi muchas luces en mi cara. Ya estaba en el hospital en una camilla y estaban muchos policías custodiándome, tomándome fotos»; rememoró Kenia.
Uno de los policías le dijo que se iba a encargar de que me «pudriera en la cárcel, y así fue», contó. El día del juicio ese policía actuó como testigo. «Era su versión contra la mía, fue algo muy duro»; relató entre lágrimas.
Ya con 18 años de edad, recibió la sentencia; 30 años de cárcel por un aborto que fue tipificado como homicidio agravado. «Me privaron de libertad por algo tan injusto, perdí toda mi juventud, perdí a mi familia, todos mis planes de superación se me vinieron abajo»; explicó Kenia, hoy con 26 años.
Las recientemente liberadas fueron arrestadas por la Policía cuando buscaban ayuda médica en hospitales del sistema público. Algunas ya eran madres, por lo que la cárcel las separó de sus hijos.
Desde 1998, el Código Penal de El Salvador prohíbe el aborto en todos los supuestos y establece penas de hasta 8 años. Sin embargo, fiscales y jueces tipifican los casos de aborto, incluso los involuntarios, como «homicidio agravado», penado hasta con 50 años de prisión.
La psicóloga de la Acdatee, Sara García, dijo que 62 mujeres han recuperado su libertad, por conmutación de penas, revisiones de sentencia, los indultos y «gracias al movimiento feminista», desde julio de 2009.
«Por ser personas de bajos recursos nos encontramos en situaciones así y tenemos que pagar, aunque tal vez las investigaciones no sean muy a fondo»; lamentó Kenia, quien ahora quiere estudiar inglés y «perfeccionarse» en la cosmetología para apoyar a su familia.
Evelyn, de 34 años, también contó su caso. Tras su emergencia, «no me llevaron a un hospital porque los policías no quisieron, me trasladaron directamente a los calabozos», explicó. No tuvo dinero para un abogado y le asignaron defensores de oficio.
«Hicieron mi proceso de tres audiencias, en cada una de ellas tuve diferentes abogados que no conocían mi caso. Esa ley me condenó a 30 años de prisión, me aparto de mi hijo, de mi familia 13 años»; comentó Evelyn, liberada en diciembre.