La comisión especial en el Senado de Brasil para investigar la gestión de la pandemia del Gobierno ha aprobado la noche de este martes el informe que acusa al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de haber cometido nueve delitos diferentes, entre ellos crímenes de lesa humanidad, violación de medidas sanitarias y charlatanería.
El informe final ha salido adelante con siete votos a favor y cuatro en contra. El Senado solicita que Bolsonaro sea procesado en base a las pruebas de que “el Gobierno federal fue omiso y optó por actuar de manera no técnica e imprudente para afrontar la pandemia del nuevo coronavirus; además exponiendo deliberadamente a la población a un riesgo concreto de infección masiva”.
Bolsonaro es acusado por el senado de divulgar bulos sobre el coronavirus para evitar una mayor ralentización de la economía, animando a la gente a salir de sus casas durante las fatídicas olas de contagios.
Investigar la gestión del gobierno ante la pandemia
La pandemia en Brasil ha dejado 605.804 fallecidos hasta este lunes, cuando se confirmaron 160 decesos: “Las noticias falsas matan”. Las personas que han contraído el virus en Brasil alcanzan las 21.735.560 tras 5.797 nuevos contagios confirmados el lunes.
Tras seis meses de investigación, la comisión pide sentar en el banquillo al mandatario negacionista y a otras 65 personas, incluidos tres hijos del ex militar de 66 años, ministros y exministros.
El fiscal general, designado y aliado de Bolsonaro, deberá decidir si el Estado brasileño presenta cargos contra el presidente y el resto de aforados.
Investigación Parlamentaria
Las 1.288 páginas del informe del Senado serán remitidas a la Justicia ordinaria, al Tribunal Supremo y organismos transnacionales como la Corte Penal Internacional de La Haya. La semana pasada se vivieron momentos de gran emoción en la comisión.
Unos pocos familiares de los 600.000 fallecidos por coronavirus en Brasil y algunos de los 21.6 millones de brasileños que han superado el virus han declarado ante la Comisión de Investigación Parlamentaria sobre la gestión de la pandemia del gobierno de Jair Bolsonaro.
Ante la falta de respiradores y camas UCI, los brasileños buscaban desesperadamente tanques de oxígeno . Esto para tratar de salvar a sus familiares o amigos contagiados.
Una enfermera explicó las enormes dificultades que enfrentaron los sanitarios durante los peores meses de la pandemia. “Todo el oxígeno enviado por el gobierno y las personas benefactores no fue suficiente. Fue una gran cantidad».
