Desde hace aproximadamente seis meses las autoridades judiciales le perdieron el rastro a Alejandro Arias Monge, conocido como Diablo.
Una de las hipótesis más fuertes que tienen actualmente es que habría muerto mientras estaba en Nicaragua.
Así lo confirmó Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en una entrevista con DIARIO EXTRA.
Diablo, de 36 años y oriundo de Ticabán, Pococí, Limón, en los últimos años se convirtió en uno de los hombres más buscados por las autoridades.
Al parecer su organización domina el 65% del cantón de Pococí donde tiene instaladas sus plazas para la venta y tráfico de droga.
Sin embargo, según explica Espinoza, las últimas informaciones que tienen de él indican que no está en territorio costarricense.
Pues se habría movilizado al país del norte donde aparentemente falleció por circunstancias que aún se desconocen.
El rastreo que generalmente le estaban dando a este sujeto era mediante sus redes sociales.
Pues al convertirse en uno de los más buscados dejó de mostrarse en público.
Siendo que los últimos movimientos registrados en sus perfiles fueron entre noviembre y diciembre de 2020.
Además, algunos de los últimos hechos delictivos ocurridos en la zona son compatibles con el modo de operar de Diablo y su organización criminal.
Pero debido a que no ha vuelto a aparecer, la policía judicial asegura no tener ningún dato que señale que él haya intervenido.
“Hay una hipótesis muy fuerte de informantes que dicen que el tipo está muerto, las últimas ubicaciones que nosotros tuvimos fueron en Panamá y Nicaragua, yo supongo que si está vivo está en Nicaragua», sostuvo.
Búsqueda de pruebas
Espinoza también dijo que siguen trabajando en la búsqueda de pruebas contra este hombre quien cuenta con órdenes de captura.
Agregó que para los delincuentes es más cómodo movilizarse o esconderse en países vecinos y coordinar desde ahí las actividades que desean se ejecuten, ya sea por la vía telefónica o internet.
“Precisamente por esa circunstancia nosotros lo que hacemos es coordinar con policías internacionales, pero ninguna tampoco nos da datos de él, por eso la sospecha de que no esté vivo, porque no hay ningún referente o circunstancia, ni aparece. Antes era muy usual que él grabara audios y los pusiera en las redes, pero hace muchos meses que no lo hace”, acotó.
Detención de bato
En marzo anterior la Policía Nacional de Nicaragua detuvo a Dennis Antonio Mendoza García, de 27 años, alias “Bato”, quien, al parecer, era la mano derecha de Diablo.
Su captura la ejecutaron en Tomalapa, Chontales, luego de que intentara darse a la fuga en un retén policial mientras conducía una camioneta marca BMW.
Cuando los oficiales le hicieron la señal de alto, este huyó y en la persecución hubo un intercambio de balas entre él y los oficiales, pero posteriormente lo detuvieron.
En el operativo le decomisaron $2.153.206, un arma AK-47, municiones, casquillos percutidos calibre 12 mm y dos más 9 mm.
De acuerdo con Espinoza, al parecer, Bato también tenía una relación sentimental con una familiar de Diablo, por lo que esperaban que tras su captura este último apareciera en redes sociales o que se dejara ver, pero no fue así.
“No aparece y las posibilidades de que eventualmente esté muerto, como algunas personas le han dicho a la policía, son razonables y la mayoría de las ocasiones nos lo han ubicado en Nicaragua, pero no vivo”, comentó.
Organización de el Diablo sigue operando
Ante la consulta sobre si la organización criminal liderada por Diablo sigue operando, Espinoza dijo que el grupo todavía existe, pero por el momento desconocen si siguen trabajando para él pues se menciona la posibilidad de que alguno de sus miembros haya tomado el mando.
En este punto destacó que las bandas costarricenses no tienen tanta estructura ni son tan ordenadas como las mexicanas o colombianas, por el contrario, en el país los miembros de estos grupos son menos leales, por lo que es sumamente usual que haya este tipo de intercambios.
“En el caso de Diablo es muy llamativo, hay circunstancias y modos de comportamiento compatibles que nosotros antes veíamos de él cuando aparecía y en algunos casos en los que eventualmente podemos relacionarlo, pero desde hace muchos meses, a pesar de la gran presencia policial, él nunca apareció”, concluyó.
Disputas
Se dio a conocer que en Pococí existen tres organizaciones narco que mantienen una guerra con la que pretenden apoderarse de los territorios de sus rivales para extender las plazas para la venta de drogas, así como el negocio de los préstamos conocidos como gota a gota.
Una de las agrupaciones es la de Diablo que aparentemente domina un 65% del cantón donde tiene sus puntos de venta y tráfico de estupefacientes.
Además, los tentáculos de este grupo se extienden fuera del cantón en comunidades como Guácimo, Sarapiquí, Pocora y San Carlos.
La segunda organización que se mantiene en la disputa sería la que dirige un hombre de apellidos Moreno Borbón, conocido como “Pechuga”.
Este sujeto es oriundo de Rita, Pococí, y en la actualidad abarca el 35% del territorio principalmente en Guápiles.
El tercer grupo que ha tomado gran fuerza es uno dirigido por sujetos de nacionalidad colombiana.
Ellos además de dedicarse al narcotráfico, han establecido en Pococí el negocio de los préstamos gota a gota, siendo que su rivalidad con Diablo comenzó luego de que él intentara desplazarlos dedicándose también a prestar dinero por medio del mismo método.
Tortuguero
Asimismo, este medio informó sobre la presencia de una banda narco que estaría decidida a tomar Tortuguero y Colorado de Pococí.
En apariencia, detrás de estas acciones estaría el grupo criminal de Diablo y el objetivo sería colocar su ganado.
También para sus operaciones de trasiego y almacenamiento de estupefacientes.
Fuentes confidenciales explicaron que, en las últimas semanas, los integrantes de este grupo criminal se han presentado a la zona de Tortuguero.
Además de la venta de droga, a esta organización se le vincula con otros negocios ilícitos como la instalación de puestos de lotería clandestina.
El despojo de parceleros, asaltos a entidades bancarias y camiones remeseros.