La Justicia argentina condenó este jueves a 19 represores que cometieron delitos de lesa humanidad que afectaron a 350 víctimas durante la última dictadura militar (1976-1983), como homicidios, secuestros, torturas, abusos sexuales, robos y sustracción de menores.
El Tribunal Oral Federal Número 1 de San Martín juzgó los crímenes de 19 exmiembros del Ejército imprescriptibles ocurridos en la megacausa de Campo de Mayo, según informó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina.
De ellos, diez recibieron prisión perpetua y otros nueve, penas de entre 22 y 4 años de prisión. Se les encontró culpables de los delitos de privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos, allanamiento ilegal, robo, abuso deshonesto, violación y homicidios.
Condenan a 19 personas en «megacausa» por crímenes en Argentina
El Tribunal, integrado por Daniel Omar Gutiérrez, Silvina Mayorga y Nada Flores Vega, ordenó reparar los legajos laborales y estudiantiles de las víctimas en casos en que se les hayan aplicado cesantías, suspensiones, expulsiones o despidos por haber sido víctimas del terrorismo de Estado.
El juicio oral y público había comenzado el 29 de abril de 2019 y desde entonces han declarado más de 300 testigos.
Campo de Mayo, que junto con la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina fue uno de los centros clandestinos más grandes operados por una dictadura, dejó un saldo de 30 mil 000 desaparecidos.
Según distintos testimonios, a esta dependencia del Ejército llevaron alrededor de 5 mil 000 víctimas, la mayoría de las cuales no sobrevivió. Tras ser secuestradas en la calle o en sus domicilios, eran trasladadas a Campo de Mayo, donde eran torturadas, en ocasiones hasta la muerte.
El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín condenó hoy a 19 represores por crímenes de lesa humanidad en Campo de Mayo y en la Zona de Defensa IV contra 350 personas. 10 de ellos recibieron prisión perpetua y el resto penas de entre 4 y 22 años de prisión. pic.twitter.com/lMxvscBOoD
— Secretaría DDHH (@SDHArgentina) July 6, 2022
A las presas embarazadas se les permitía vivir hasta que parían y en ese lapso permanecían maniatadas y torturadas. Una vez nacidos, arrebataban a los los bebés de sus madres, que terminaban asesinadas o desaparecidas.
Para ocultar sus crímenes y terminar el proceso de vejación de las víctimas; los represores argentinos construyeron cientos de fosas clandestinas en donde enterraron miles de cuerpos sin identificar. En más de cuatro décadas, a pesar de los reclamos de los familiares de los desaparecidos, jamás han querido revelar dónde ocultaron esos cadáveres.
Por: Actualidadrt