Los narcotúneles que unía un almacén de Tijuana con otro en Otay Mesa estaba equipado con un ascensor hidráulico, vagones eléctricos, iluminación, pisos de madera y una bodega.
El pasaje subterráneo descubierto en 2011 es diseñado para trasladar secretamente toneladas de marihuana hacia el norte.
Una hazaña de ingeniería que las autoridades estadounidenses calificarían más tarde como el «túnel de contrabando más elaborado»; que se descubrió en la frontera entre México y Estados Unidos hasta ese momento.
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José Sánchez Villalobos; es uno de los altos mandos del cártel de Sinaloa, cuyos esfuerzos continuaron elevando la obsesión del narcotraficante Joaquín «El Chapo Guzmán» Loera; por las rutas subterráneas.
Sánchez condenado en un tribunal federal de San Diego a 10 años y un mes de prisión por conspiración para la distribución de drogas, justo por encima de la sentencia mínima obligatoria de 10 años.
Durante la audiencia, el juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos Michael Anello reconoció la «conducta criminal muy sofisticada a un nivel muy alto» de Sánchez.
Asimismo señaló que era «un hombre totalmente diferente hoy que cuando se cometió la conducta».
Sánchez, de 58 años, ya cumplió la mayor parte de su condena. Desde su arresto en México en 2012, ha pasado unos ocho años en custodia allí y otro año y medio en San Diego después de ser extraditado para enfrentar cargos en los Estados Unidos.
Con créditos de buena conducta, es probable que sea liberado dentro de unos meses.
¿Cómo era Sánchez?
Las autoridades estadounidenses describieron a Sánchez como gerente regional del cártel en los estados de Baja California y Jalisco, supervisando el movimiento de marihuana desde el sur de México hasta el norte del país.
También era responsable de la construcción de los túneles por los que se movía la marihuana, así como de determinar quién podía pasar de contrabando a través de ellos, según las autoridades.
Cobraba cuotas a los traficantes por el privilegio de utilizar las rutas subterráneas, según las autoridades.
Orquestó varias redes de narcotúneles
Aunque Sánchez admitió haber orquestado varias redes de túneles, su acusación y su acuerdo de culpabilidad señalan dos.
Ambos se encontraban en Otay Mesa, un distrito de parques industriales en expansión a lo largo de la frontera en San Diego; con condiciones ideales para la construcción de narcotúneles.
Sánchez, residente legal permanente en Estados Unidos, probablemente será deportado a México una vez que salga de la cárcel.
Tiene previsto regresar a Guadalajara y someterse a una intervención quirúrgica para tratar sus graves problemas de salud, según su abogada, Guadalupe Valencia.
Durante la audiencia, Sánchez se disculpó por su conducta a través de un intérprete de español: “Prometo que no volveré a hacer nada ilegal. Porque la forma fácil de conseguir dinero suele ser la mala”.