A dos décadas de su creación, el ALBA-TCP ha logrado múltiples avances fruto de la solidaridad entre los pueblos que va más allá de los meros vínculos comerciales. Al día de hoy, la alianza se mantiene como un proyecto transformador para América Latina y el Caribe y ha fijado nuevas metas a corto, mediano y largo plazo.
Entre sus iniciativas más destacadas, la declaración de Venezuela, Bolivia y Nicaragua como “Territorios Libres de Analfabetismo” se alcanzó gracias a programas educativos como el método «Yo Sí Puedo», que ha beneficiado a millones de personas, transformando sus vidas y comunidades a partir de garantizar el acceso a la información escrita.
Asimismo, la Misión Milagro, un proyecto humanitario surgido con el propósito de ayudar a aquellas personas con bajos recursos para que puedan ser operadas de distintos problemas oculares, ha devuelto la vista de forma gratuita a más de 5 millones de pacientes, priorizando a aquellos de bajos recursos que nunca habían accedido a servicios oftalmológicos.
En el campo de la inclusión social, el Estudio Clínico Genético Psicosocial de Personas con Discapacidad ha identificado y atendido a más de un millón de personas en situación de vulnerabilidad, integrándolas activamente en la sociedad.
20 años de ALBA-TCP: lo alcanzado y lo soñado
Además, los 20 años de ALBA-TCP, la formación de médicos comunitarios en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), con sedes en Cuba y Venezuela, refuerza un enfoque humanista y solidario en la atención sanitaria.
En términos económicos, el ALBA-TCP ha promovido la creación de un espacio de soberanía y solidaridad mediante el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), el Banco del ALBA y el Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE).
Iniciativas creadas con el objetivo de fortalecer el comercio justo y reducir la dependencia de economías externas, presentándose como alternativas al modelo neoliberal imperante.
En tanto, una de las políticas más transformadoras fue el Petrocaribe, uno de los proyectos más emblemáticos de la Alianza que garantizó el suministro de energía a países del Caribe bajo condiciones solidarias, permitiendo el desarrollo de infraestructuras clave y mejorando la calidad de vida de millones de personas.
Este modelo se ha convertido en un referente para las economías emergentes que buscan superar las estructuras asimétricas del mercado global y en la reciente cumbre de abril de este año, los países miembros propusieron relanzar esta estrategia como parte de la Agenda 2030, una serie de metas y lineamientos desarrolladas “con el objetivo de lograr un relacionamiento comercial, dinámico, complementario y justo, entre los países miembros de la Alianza”.
#EnVideo 📹| Juventud realizó Modelo ALBA-TCP en el marco del 20 aniversario de la Alianza Bolivariana
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— ALBA-TCP (@ALBATCP) December 11, 2024
Las siete líneas de acción de la Agenda ALBA 2030 son:
La creación de una agencia de cooperación y desarrollo del ALBA-TCP.
Estudiar y aprobar el plan de relanzamiento de Petrocaribe.
Aprobación del plan ALBA Alimentos.
Firmar y adoptar definitivamente el Tratado de Comercio de los Pueblos.
Impulsar un programa especial de desarrollo científico, cultural, comunicacional y académico compartido.
Relanzar el plan ALBA Salud.
Creación de una agencia del ALBA para la mitigación de los impactos del cambio climático.
Además de las ambiciones de desarrollo colectivo hacia el interior de la ALBA-TCP, también se ha reforzado su protagonismo en el escenario internacional al establecer alianzas con bloques como los BRICS.
Durante la última cumbre en Kazán, Rusia, países miembros de la Alianza, como Venezuela, Bolivia y Cuba; destacaron su compromiso con el multilateralismo y su apoyo a un mundo multipolar. El Secretario General del ALBA-TCP, Jorge Arreaza, calificó esta relación como “ganar-ganar”; subrayando que tanto el ALBA como los BRICS comparten principios de soberanía, complementariedad y desarrollo sostenible.
Consolidada como una alternativa viable al neoliberalismo, la Alianza enfrenta el reto de adaptarse a un contexto global marcado por la crisis climática; los efectos de la pandemia y las crecientes tensiones geopolíticas. En este sentido, el fortalecimiento de sus mecanismos de cooperación económica y social será crucial para garantizar su sostenibilidad y relevancia.
Compromiso con la defensa de la paz
Los líderes del ALBA-TCP han reiterado su compromiso con la defensa de la paz, la soberanía y el bienestar de los pueblos. En palabras del presidente venezolano Nicolás Maduro, “El ALBA es una esperanza para los pueblos del Sur Global; un espacio donde prima la solidaridad por encima del lucro”.