Un nuevo enfrentamiento entre reclusos en Ecuador, se registró en una pequeña cárcel de Quito, producto del enfrentamiento, 15 reclusos resultaron heridos; informó el coronel Enrique Bautista, subcomandante de la Policía en la capital ecuatoriana.
El coronel Enrique Bautista dijo a medios locales que dos reclusos heridos recibieron traslado a casas asistenciales para recibir inmediata atención médica. De manera extra oficial se conoció que el enfrentamiento ocurrió entre miembros de las bandas conocidas como los «Lobos y los Latin King».
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI) no se ha pronunciado sobre la existencia de heridos en los enfrentamientos.
Enfrentamientos en cárcel de Quito, Ecuador
«Está controlada la situación en el CPPL Pichincha Masculino No. 1, efectivos de la Policía de Ecuador y servidores del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria activaron los protocolos ante los incidentes provocados por algunas personas privadas de libertad»; indicó en Twitter el SNAI.
Tras los enfrentamientos ocurridos miembros de la Policía ingresaron en las instalaciones del centro de reclusión, situado en el centro norte de Quito. Dentro del recinto decomisaron 43 armas blancas y otros objetos que usaron los reos para agredirse.
En Ecuador cerca de 400 reos han muerto en los últimos dos años en enfrentamientos entre organizaciones rivales vinculadas con el narcotráfico que se disputan el control interno de las cárceles. Estas organizaciones cuentan con ramificaciones dentro y fuera de los centros penitenciarios, según las autoridades.
En septiembre pasado se informó de un ataque en la cárcel regional de Guayaquil perpetrado con drones, que provocaron varias explosiones, aunque no víctimas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha llamado a Ecuador a incrementar el personal en las prisiones a cargo de la seguridad y vigilancia de los centros, recuperar espacios ahora ocupados por bandas criminales y desarrollar una política en la que prime la prevención del delito y no el encarcelamiento.