Una casa ubicada en la ciudad de El Alto, en Bolivia, está rodeada de imágenes satánicas, esculturas de varias cabezas con cuernos enormes componen un ingreso inquietante. Y funciona para que cientos de curiosos se acerquen y la transformen en atracción. La denominan «la casa del Tío».
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En Bolivia, «el Tío» está asociado a Satanás, Lucifer, el Diablo. Traducción, la llaman «la casa del Diablo». Una vivienda ubicada en la zona de 25 de Julio en la que su dueño es David Choque (42 años), un ex minero con fuerte creencias satánicas.
«Son 12 cabezas para cada mes del año. Están en la entrada de la casa y también en mi dormitorio»; explicó el dueño de la vivienda en una entrevista publicada por la revista La Razón de Bolivia.
Cabezas diabólica en una casa de Bolivia
Choque explicó que «el Tío» es una fuerte creencia religiosa entre los trabajadores mineros. Le ruegan para poder encontrar metal precioso bajo tierra. Y aunque hace 10 años que se dedica a la carpintería, se mantiene firme en su creencia satánica.
«Me han dicho: ‘eso está mal, bájelo’, pero es mi cultura, no puedo. No puedo vivir sin pedir favores (al Tío) y ahora le pondré mi casa para que la gente que se identifique con él, venga», explicó.
Las imágenes son fuertes y atraen a varios curiosos que no terminan de entender porqué hay cabezas diabólicas en la entrada de una casa.
«Tengo imágenes en mi dormitorio para poder rogarle; lo hago todos los días , aclaró es mi creencia. Algunos adoran otras imágenes y yo no tengo problemas con ello. A mí mal no me ha ido con mi creencia»; justificó.
Creencias religiosas
Según informó, la casa fue transformada a principios de enero. Y cada pieza colocada fue trabajada manualmente con base en piedra, cemento, madera y mucha paciencia. Algo extremadamente artesanal.
Choque contó que todavía le faltan más cabezas que colocar. Y que además tanto la entrada como varios ambientes interiores tendrá pinturas alusivas con la imagen del «Tío».
Más allá de las creencias religiosas, la casa atrae. Y en sí fue siempre uno de los objetivos de su dueño quien aclaró que cuando el proyecto esté terminado se convertirá en un «consultorio espiritual».
Estará a cargo de su hermana, quien oficiará de «amauta». Una especie de maestra o guía quien hará hincapié en la cultura incaica.
“Hay que perderle el miedo a este tipo de cosas. Todo el que quiera pasar va a ser bienvenido para que les lean las cartas y también explicarles la cultura del Tío”; contó Vicky.