Los pocos centros nocturnos que sobreviven luego de la pandemia apostarán por la música pop, disco y electrónica; los DJs comenzarán a eliminar los géneros urbanos como el reggaetón y la banda en la búsqueda de la reactivación de la vida nocturna en Cuernavaca, Morelos.
Esto, con la finalidad de evitar el ingreso de clientes violentos y/o armados, que son «arduos» seguidores de este tipo de música y que han protagonizado hechos violentos como peleas al interior de los establecimientos o balaceras.
El presidente de la Asociación de Discotecas y Centros de Espectáculo (ADICE), Humberto Arriaga, señaló que es necesario que los visitantes vuelvan a elegir Cuernavaca como su principal destino de diversión, sintiéndose seguros y sin miedo. Esto, luego de que el pasado 10 de octubre se registrara una balacera que dejó un muerto. Además de las ocurridas en junio y mayo, que dejaron al menos cinco fallecidos.
De igual manera hizo referencia una de las discotecas más emblemáticas de Cuernavaca, habló previo a las celebraciones del Día Muertos, el puente por la Revolución Mexicana, y las vacaciones del mes de diciembre.
Eliminar los géneros urbanos en centros nocturnos
Señaló que es necesario que los visitantes tengan la seguridad de que llegarán a sitios sanitizados para prevenir los contagios de COVID-19. Esto ante el inminente regreso al semáforo verde; pero además, seguros.
«Es el arranque de la vida nocturna, hay oferta y estamos buscando coordinar con autoridades para mantener la confianza de los clientes, de que van a espacios seguros, sanitizados y cuidarnos para evitar que se vuelva al semáforo rojo (…) evidentemente los hechos violentos son situaciones lamentables; lo ideal es que ese tipo de sucesos dejen de ocurrir en Cuernavaca, porque la ciudad no puede seguir en un estatus de riesgo«, expresó Humberto Arriaga.
Aseguró que se tienen que dar más opciones seguras para quienes buscan divertirse en paz y sin miedo; por lo que trabajan en nuevas estrategias para atraer más clientes.
Mencionó que además se han sumado a la estrategia de «segurichats», para solicitar auxilio inmediato y prevenir delitos, y evitar más hechos violentos.