A un hombre preliminarmente identificado con el apellido Herrera y de 23 años lo ejecutó un gatillero a sangre fría mientras estaba frente a un puesto de lotería.
La balacera ocurrió en San Rafael, 100 metros oeste y 100 norte del cementerio de Oreamuno, Cartago; cuando en apariencia el joven fue abordado por un hombre encapuchado, quien caminó hacia él y le propinó al menos siete plomazos.
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Luego de haber ejecutado a su víctima, el pistolero huyó de la escena sin dejar rastros.
Quienes lograron escuchar las detonaciones se acercaron al sitio para ver qué había pasado. Vieron a Herrera sobre un charco de sangre, por lo que dieron aviso a las autoridades a través del número de emergencias 9-1-1; de donde despacharon unidades de Fuerza Pública y la Cruz Roja.
Los paramédicos confirmaron que el veinteañero ya no tenía signos vitales, por lo cual lo declararon fallecido y dejaron todo en manos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
De acuerdo con fuentes cercanas al caso, el occiso sería un expolicía. Además, trascendió que supuestamente el afectado debía plata a una persona que en venganza lo mandó a fusilar.
Versiones del porque lo ejecutaron
Por otra parte, los agentes judiciales se encargaron de tomar las declaraciones de los testigos y las versiones que se generaron en torno al caso.
Después hicieron el levantamiento del cuerpo y su respectivo traslado a la morgue judicial en San Joaquín de Flores, Heredia; donde le practicarán la autopsia que revele las causas del deceso.
A su vez, los investigadores recolectaron indicios balísticos que serán analizados para dar con el paradero del sospechoso que acabó con la vida de Herrera.
Al cierre de edición los judiciales añadieron que el caso se mantiene en investigación; por lo que no pueden dar mayores detalles.