La intensa tormenta de polvo que azotó este miércoles la localidad de Sáchayoj, en Santiago del Estero, al norte de Argentina, evidenció el impacto directo de las actividades humanas en el medio ambiente, como la deforestación, la expansión de la agricultura extensiva y el cambio climático.
Debido a la gravedad del evento, las autoridades locales implementaron medidas para evitar accidentes, como el cierre del tránsito en tramos de las rutas provinciales 17 y 6.
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La tormenta también afectó a otras ciudades, como La Banda, la capital santiagueña y diversas localidades del interior provincial.
Curiosamente, la situación fue muy diferente en la ciudad de Añatuya, cabecera del departamento General Taboada, situada a pocos kilómetros de Santiago del Estero. En la zona de Añatuya se registraron fuertes lluvias que beneficiaron tanto a la población como a los productores rurales.
Tormenta de polvo en Argentina
La tormenta de polvo puede provocar daños significativos a la salud, como problemas respiratorios, irritación ocular y cutánea, aumento de enfermedades cardiovasculares y efectos psicológicos.
Por esta razón, las autoridades recomendaron a los residentes tomar precauciones, como usar mascarillas, permanecer en interiores durante la tormenta y mantener las ventanas cerradas para minimizar la entrada de polvo.
En las zonas afectadas, la agricultura local sufrió daños importantes. Los cultivos, ya debilitados por la sequía prolongada, quedaron expuestos a la acumulación de partículas nocivas, lo que podría afectar su desarrollo y productividad.
🇦🇷 Tormenta de polvo en la frontera entre Santiago del Estero y Chaco. Un fenómeno ya recurrente en los territorios que sufren desmontes en Sudamérica.
Vía: @EnriqueViale pic.twitter.com/hVGwdtEhZa
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) December 19, 2024
Además, esta situación agrava la crisis de muchas familias que dependen de la agricultura como principal fuente de ingresos.
En esta región, los daños provocados por el hombre a través de la deforestación, la expansión de la agricultura extensiva y la emisión de gases a la atmósfera —causas del cambio climático— han creado condiciones propicias para la aparición de estas tormentas de polvo.