Sesenta años de prisión por la muerte de su hijo de 32 meses de nacido, deberán pagar la madre y el padrastro de un menor a quienes un juez encontró culpables y les imputó el delito de homicidio doloso agravado cinco años después del hecho. Según Medicina Legal, la víctima sufrió agresiones que le provocaron muerte cerebral.
En medio de la audiencia de imputación de cargos, el fiscal hizo una pausa en la pequeña sala de audiencias y el silencio fue sepulcral. No pudo contener el dolor y la pena de leer al juez los crueles castigos a los que fue sometido el menor.
El niño fue llevado de urgencia al hospital de Cáqueza, en Cundinamarca, para una valoración clínica por su estado grave de salud. El padrastro y la mamá biológica un poco nerviosos no lograban coordinar y explicar al médico lo que había pasado.
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La mujer le entregó al galeno a su hijo y le manifestó que fue un descuido y que al niño le habían caído varios bultos de papá en su cabeza y cuerpo. "Lo recogí y salí de la vereda con mi esposo porque estaba convulsionado y vi que su cabeza estaba muy mal", aseguró la mamá.
Sin embargo, el menor falleció a los pocos minutos debido a la gravedad de las heridas, supuestamente por el lamentable accidente en la finca, como lo había descrito su familia.
Al médico, luego de valorar los síntomas que produjeron el deceso del niño, le llamó la atención algunas señales de maltrato que presentaba en su cuerpo y puso en conocimiento el caso al policía de turno que custodiaba la clínica.
Descubiertos por las autoridades
La versión de los padres empezó a crear dudas en los médicos y la policía e inmediatamente se notificó este caso a la Fiscalía y Policía judicial de Cáqueza.
Los peritos de Medicina Legal realizaron la necropsia al menor y en pocos días se entregó un dictamen forense.
"El niño de 32 meses de nacido tenía golpes severos en la cabeza que le produjeron su muerte. Tuvo un trauma craneoencefálico debido a la multitud de golpes que recibió. En su cuerpo se evidenció un maltrato físico y en algunas partes se apreciaron mordeduras de ser humano. Fue una muerte violenta generada por continuas agresiones”, concluyó la necropsia.
Con esta prueba forense, la Fiscalía tomó el caso e inició una indagación para establecer la posible participación de los padres en un aparente caso de homicidio. Los padres fueron citados y vinculados a un proceso penal, sin embargo, se presentaron algunas dilaciones y suspensiones del juicio quedando la pareja en libertad.
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El juicio oral continuó surtiéndose en un juzgado penal en Cáqueza y después de cinco años, las pruebas forenses y algunos y algunos testimonios fueron claves y determinantes.
El despacho judicial los encontró responsables del delito de homicidio agravado. En el sentido del fallo, el juez ordenó la captura del padrastro y de la mamá biológica, aunque la acusada escapó y es buscada en Cundinamarca por el CTI.
El ente de control concluyó que el menor estaba sometido a crueles castigos por sus padres porque que era muy hiperactivo. No lo soportaban que preguntara o que jugara, por lo que preferían que se la pasara durmiendo.
