El sábado pasado, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGE) de Sonora encontró en Guaymas-Empalme, los restos óseos calcinados de la joven docente desaparecida el pasado 18 de marzo, identificada como Andrea Carolina Osuna Gil.
De acuerdo con la institución de seguridad, la investigación en curso llevó a las autoridades correspondientes y a la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) al kilómetro 2+500 del libramiento Guaymas-Empalme, lugar en donde encontraron los restos de la mujer.
“Hay datos que se trata de Andrea Carolina Osuna Gil, #FGJE hará comparativa de ADN para certeza de identidad”, mencionó el organismo en un comunicado a través de sus redes sociales.
Cabe recordar que apenas el 2 de abril, la AMIC ejecutó una orden de arresto contra Heriberto ‘N’, quien era novio de Andrea y es el presunto responsable de la desaparición de la mujer, pues según informes de la familia de la víctima, el último día que la pareja se vio junta, tuvieron una fuerte pelea y cuando ella se fue, ya no supieron donde estaba.
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Según fuentes extraoficiales, el sospechoso habría acudido a declarar por decisión propia al Centro de Atención Temprana de la FGJE, un día después de que reportaran como desaparecida a Andrea, no obstante, desde ese momento la familia de Osuna ya no supo del paradero del hombre.
Asimismo, medios locales de Sonora apuntaron que en días recientes, Norma Osuna, la tía de Andrea, acudió al Malecón Turístico de Guaymas, para encontrase con un niño y su madre, los cuales habían encontrado el bolso de Andrea.
Entre las pertenencias halladas estaba su INE, credenciales de la escuela donde laboraba -pues era docente-, licencia de conducir, entre otras.
Así como es el caso de Andrea, las desapariciones de mujeres en el territorio sonorense no se detienen. En este sentido, el pasado 31 de marzo, la FGJE de la entidad recalcó que encontró sin vida a Priscila Juárez Enriquez de 27 años, quien había sido reportada como desaparecida desde el 22 de marzo.
La institución ahondó en que dicho crimen será investigado bajo el protocolo de feminicidio, pues la mujer fue hallada en un predio cerca de la carretera 26 de Hermosillo y su cuerpo registraba signos de tortura y violencia.
Se destacó que la mujer fue identificada por su familia, los cuales reconocieron sus tatuajes. No obstante, el Laboratorio de Inteligencia Científica Forense (CIF) falta por confirmar los resultados de ADN.
De acuerdo con la denuncia a las autoridades, reportaron medios locales, Priscila Juárez Enriquez salió de su hogar el sábado 20 de marzo para asistir a una fiesta en la zona centro de Hermosillo. Después, presuntamente acudió a otra fiesta al norte de la ciudad.
El último contacto que tuvo con sus familiares fue el domingo alrededor de las 06:00 horas, cuando les afirmó que iba en camino a su domicilio, ubicado en la colonia Arco Iris. Nunca llegó.
“Llamó a las 06:00 de la mañana del domingo para decir que ahí venía, que la esperáramos, pero ya no regresó. Ni sus amigas ni nadie nos ha dicho nada”, dijo uno de sus parientes a Expreso. Según el medio, la víctima dejó a su bebé de cinco años con su familia.