Caracas, 17 mar (Prensa Latina) El Gobierno de Estados Unidos adelanta hoy un denominado enfoque multilateral y humanitario de su política de cambio de régimen contra Venezuela, de acuerdo con declaraciones de voceros de la Casa Blanca.
La administración de Joe Biden pretende incrementar la presión contra Caracas -develó el portavoz del Departamento de Estado Ned Price-, al alinear sus objetivos a los distintos grupos y países plegados a la política hostil contra la nación sudamericana.
En esa línea de acción, Washington pasa por alto al Consejo de Seguridad de la ONU como instancia multilateral por excelencia, ante la ilegalidad y falta de respaldo en su política de coerción y medidas unilaterales en el ámbito económico.
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'La campaña de máxima presión para cambiar al gobierno de Venezuela viola el principio de igualdad soberana y constituye una intervención en sus asuntos internos', aseveró la relatora especial de la ONU Alena Douhan en su informe sobre el impacto de las denominadas sanciones en el país.
Según el secretario de Estado Antony Blinken, 'los Estados Unidos ya no promoverán la democracia mediante intervenciones militares', en tanto refuerzan su política de asfixia económica hacia los países donde tienen interés en implementar el llamado cambio de régimen.
El bloqueo económico contra Caracas causa efectos similares a la intervención militar, al privar a la población de recursos para el sostenimiento y desarrollo, reconoció la experta de Naciones Unidas tras su visita al país sudamericano.
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Las acciones de estrangulamiento a la comercialización de diesel impuesta a Venezuela fomentan el desabastecimiento de bienes de primera necesidad, con el fin de generar la inestabilidad social necesaria para concretar esos fines políticos, de acuerdo con denuncias del Ejecutivo venezolano.
Esta política de coerción se dirige además a empoderar a la oposición extremista, ante su merma en organización y respaldo popular frente a un eventual escenario de negociación.