Una operación lanzada por el Gobierno brasileño el 1 de enero pasado y concluida este lunes, en coincidencia con la celebración del Día Internacional de la Mujer, permitió el arresto de 10.235 personas acusadas de diferentes crímenes de violencia contra la mujer en Brasil.
Tan solo este lunes, cuando la operación fue intensificada, fueron arrestados 1.548 personas acusadas de crímenes contra mujeres como amenaza, lesión personal, intento de feminicidio, asedio sexual o violación.
Los resultados de la llamada Operación Resguardo fueron divulgados este lunes en una rueda de prensa en el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, que coordinó una iniciativa en la que participaron cerca de 16.000 agentes de la Policía Civil de los 27 estados del país.
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No Dia Internacional da Mulher, a #Sepol, por meio do #DGPAM, deflagra a Operação Resguardo, a maior ação de combate a crimes de violência contra a mulher do Brasil. Até o momento, 73 pessoas foram presas. https://t.co/W2FnkFPi84
— Polícia Civil RJ (@PCERJ) March 8, 2021
En los poco más de dos meses de operaciones, además de los 10.235 arrestos de acusados, a los que les fueron decomisadas 1.356 armas, los responsables por la operación investigaron 51.243 denuncias de crímenes contra mujeres e hicieron cumplir 56.000 medidas judiciales de protección.
La iniciativa benefició a 188.693 víctimas y movilizó a los policías en 70.000 visitas y diligencias en hogares de los que surgieron denuncias de violencia contra la mujer.
Para el titular de la Secretaría, Jeferson Lisboa, los números también muestran que había una carencia de operaciones de este tipo en Brasil, "lo que no vamos a dejar que vuelva a ocurrir, y por eso las acciones ahora serán una rutina".
La titular del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves, igualmente presente en la rueda de prensa, afirmó que la operación fue un marco en el combate a la violencia contra las mujeres en Brasil.
Estadísticas 2020
Alves citó las estadísticas divulgadas el domingo por su Ministerio y, según las cuales, Brasil registró en 2020, pese a las medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia de la covid-19, un total de 105.671 denuncias de violencia contra mujeres.
De acuerdo con el informe del Ministerio de la Mujer, 290 mujeres fueron víctimas de violencia a cada día el año pasado en Brasil, una cifra que no se puede comparar con la de años anteriores debido a que por primera vez fue medida a nivel nacional e integral.
Del total de las denuncias el año pasado, el 72 % correspondió a violencia doméstica, cometida principalmente por los esposos o compañeros sentimentales de las víctimas. Muerte, lesión corporal, sometimiento a sufrimiento físico, sexual o psicológico y daños morales y patrimoniales fueron computados en ese segmento de violencia familiar.
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El restante de las denuncias (28 %) fue por violación de derechos civiles y políticos, trabajo en condiciones análogas a la esclavitud, trata de personas, atentados contra la libertad religiosa, negligencia a la salud, educación y seguridad y secuestro o cárcel privada.
La mayoría de las víctimas, de acuerdo con el perfil del estudio, eran mujeres negras o mulatas entre los 35 y 39 años, con renta promedio de un salario mínimo mensual y sin mayor escolaridad, mientras que la mayoría de los agresores tenía la misma edad y era blanco.
Un estudio divulgado la semana pasada por la Red de Observatorios de Seguridad reveló que unas 750 mujeres fueron víctimas de feminicidio en los cinco estados que concentran a casi la mitad de la población de Brasil (Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía, Ceará y Pernambuco).
En 2019 fueron identificadas 1.326 víctimas de feminicidio en el gigante suramericano, un aumento de 7,1 % en el comparativo con 2018, en su mayoría mujeres negras muertas por sus propios compañeros sentimentales.