Un estimado de 36 niñas y adolescentes embarazadas al día son parte de las cifras oficiales que revelan que 12,781 niñas de 10 a 19 años son parte del registro de inscripción de embarazadas durante el 2020, de las cuales 427 corresponden a violaciones en menores de 10 a 14 años.
Para Francisco Erazo y la ginecóloga Victoria Ramírez la Estrategia de Prevención de Embarazos en niñas y adolescentes solo quedó plasmada en papel, sin una política que permita dar seguimiento a las niñas luego del postparto.
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“Los problemas de salud pública no sólo terminan ahí, porque queda la niña embarazada y todo mundo está detrás de ella, las unidades de salud, los promotores, policía, todo mundo está detrás de la niña embarazada. Una vez la niña parió es olvidada y es tratada como una mujer adulta y eso es muy preocupante porque una niña de doce años que tuvo un bebé pues no puede quedar en el olvido; a nivel de salud pública significa que va tener mayor probabilidad de tener más embarazos y eso es un problema para todos los proveedores de salud, mientras tenemos una niña embarazada se nos viene el mundo encima pero después que pare es olvidada por todo el sistema de salud”, sostiene Erazo.
Embarazos repetitivos en la familia
Además el factor de la pobreza, incide en que haya recurrencia de más embarazos, “lo cual repercute en un aumento de la morbilidad materna e infantil, aumento de enfermedades de consulta tanto de la niña como del recién nacido, entonces esto conlleva una sobrecarga del sistema de salud, comenzando a nivel primario”, sostiene Erazo.
Según declaraciones de Erazo, una niña embarazada tiene el 80 % de probabilidad de que si tiene una hija , ella repita los mismos patrones, por lo cual el embarazo en adolescentes se vuelve un círculo vicioso de la pobreza.
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“No hay ningún programa que dé continuidad al puerperio, no hay políticas que garanticen que esta niña va continuar estudiando. Esa niña embarazada solo es una estadística. Las niñas que dieron a luz no deben quedar en el olvido. Esa niña va volver a quedar embarazada y cuando queda embarazada es otra vez la preocupación pero mientras está criando a este bebé no hay seguimiento”, lamenta Erazo.