“Gabriela”, nombre cambiado para protegerla, es una pequeña residente del municipio de San José Guayabal, en Cuscatlán, que vivió una pesadilla desde los ocho años al ser víctima de un criminal sexual que la sometió durante seis años: su propio padre.
Los hechos que tienen preso al sujeto únicamente identificado como Lázaro “C”, de 60 años, se iniciaron en 2012.
Un día no especificado por la Fiscalía General de la República (FGR), en 2012, “Gabriela” fue víctima de una agresión sexual de su progenitor, quien la sometió durante tres años obligándola a no contar lo sucedido.
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A la corta edad de 11 años, la niña fue víctima una vez más de los vejámenes de su padre, que la violó por primera vez en 2015 y lo continuó haciendo con frecuencia por tres años hasta 2018.
La pesadilla de “Gabriela” no se detuvo y a la edad de 14 años y producto de los constantes abusos de Lázaro “C” salió embarazada.
Después de seis años se hizo justicia
La madre de la víctima se dio cuenta de la situación por la que pasó su hija con los cambios en su cuerpo, por lo que le cuestionó qué es lo que había sucedido y, después de seis años, ella lo confesó todo.
La progenitora interpuso la denuncia contra su compañero de vida, el ministerio público lo acusó de agresión sexual y violación, ambos en menor de edad y en modalidad continuada por lo que fue arrestado.
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En el Juzgado de Sentencia de Cojutepeque se validó las pruebas presentadas por la FGR, entre ellas una prueba de ADN que confirmó que el niño que esperaba “Gabriela” era de Lázaro “C” por lo que fue condenado y encarcelado por 20 años.
En cuanto a la pequeña, dio a luz a un varón; sin embargo, de acuerdo con la Fiscalía, el bebé venía muerto.