San Salvador, 26 dic (EFE).- La activación de fallas geológicas en las localidades de Chirilagua y San Miguel, ambas ubicadas en el este de El Salvador, ha generado 52 temblores, informó este sábado el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
La fuente estatal precisó que estos sismos fueron computados, sin que hasta el momento se registren víctimas ni daños materiales, entre las 17.56 hora local (23.56 GMT) del 23 de diciembre y las 12.00 hora local (18.00 GMT) de este sábado.
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?#ElObservatorioInforma 12:00 p.m. Actividad sísmica entre Chirilagua y San Miguel, se contabilizan 52 sismos en la zona, de los cuales 18 han sido sentidos por la población.
— Ministerio de Medio Ambiente (@MedioAmbienteSV) December 26, 2020
Del total de temblores registrados, 18 han sido sentidos por la población y el sismo de mayor magnitud ocurrió a las 09.15 hora local (15.15 GMT) de hoy, tuvo una magnitud de 4,5, una profundidad de 6 kilómetros y una intensidad de entre 5 y 6 en la escala de Mercalli modificada.
Activación de fallas
El MARN señaló que "por las características de las señales registradas, el origen de esta actividad sísmica es atribuido a la activación de fallas geológicas en la zona".
Indicó que, de acuerdo con el historial sísmico de la zona, esta actividad podría prolongarse durante varios días e incluso semanas, "sin descartase la ocurrencia de sismos con magnitudes mayores a las ya registradas".
Agregó que se dará seguimiento a dicha actividad sísmica para informar a la población sobre la evolución de este fenómeno y recomendó atender las indicaciones emitidas por las autoridades de Protección Civil y no prestar atención a rumores o a información no oficial acerca de esta situación.
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La última vez que El Salvador fue asolado por los movimientos telúricos fue en el año 2001, cuando se produjeron dos terremotos de magnitud 7,7 y 6,6.
En El Salvador, la mayoría de los sismos que se producen habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacífico y a mucha mayor profundidad, lo que en ocasiones los hace imperceptibles para la población, mientras que los que se originan en tierra próximos a la superficie son más sentidos y dañinos.