CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el martes tres días de luto nacional por los fallecidos durante la pandemia y la elaboración de una ofrenda especial para el Día de Muertos, una festividad tradicional en México pero que este año será atípica porque las autoridades pidieron evitar las aglomeraciones de personas.
México tiene más de 89.100 muertos confirmados por COVID-19 pero las autoridades estiman que hay en torno a otros 50.000, según los datos dados a conocer el domingo que compararon la mortalidad registrada este año con respecto a la del año pasado.
En total hay más de 895.000 contagios confirmados y no dejan de aparecer autoridades que dan positivo al COVID-19. La última ha sido la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que informó su contagio el martes.
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“Me siento bien, fuerte y estoy con seguimiento médico… hasta ahora sin síntomas”, dijo a través de su cuenta oficial de Twitter. “Seguiré trabajando y coordinando todas las actividades a distancia, con el mismo empeño de siempre”.
La capital tiene más de 155.000 casos y al menos 11.400 defunciones confirmadas.
Para homenajear a todos estos fallecidos, el presidente dijo que los próximos 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre serán días de luto oficial en los que la bandera de la Plaza del Zócalo de la capital ondeará a media asta y él no tendrá actividades.
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Asimismo, anunció que con motivo del Día de Muertos, que se celebra el 2 de noviembre, se armará una ofrenda en el Palacio Nacional pero, a diferencia de otros años cuando miles de mexicanos pasean por el centro de la ciudad para disfrutar de los altares, en esta ocasión las autoridades han llamado a la población a que se cuide y que evite las aglomeraciones.
Además, en algunas ciudades, como en la capital, los panteones de los cementerios estarán cerrados.