Luego de una pausa obligada por restricciones fronterizas y de movilidad impuestas por el coronavirus, las caravanas de migrantes irregulares que viajan de Centroamérica a México y Estados Unidos, a pie y sin visa, se reanudaron esta noche en Honduras con aproximadamente un millar de personas.
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“Ya van en camino”, dijo el periodista hondureño Orlando Escoto, jefe de Redacción del periódico El País, de San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
Los caminantes, en su mayoría hondureños, se dirigen al puesto de Corinto, en el norteño departamento (estado) hondureño de Cortés y limítrofe con el nororiental departamento guatemalteco de Izabal, precisó Escoto a EL UNIVERSAL.
–AHORA San Pedro Sula. Unos 2.000 hondureños salen en caravana hacia México. pic.twitter.com/OFSvg1IXC9
— Jacobo García (@Jacobogg) October 1, 2020
Un grupo se reunió desde las 14:00 horas (15:00 en el centro de México) en los alrededores de la Gran Central Metropolitana, estación de autobuses de San Pedro Sula.
La meta inicial era emprender la marcha en la madrugada rumbo a una primera escala en suelo guatemalteco para intentar penetrar a México y a EU, pero sorpresivamente los viajeros empezaron a trasladarse esta noche cerca de las 19:40 horas hacia Corinto.
#URGENTE grupo de migrantes hondureños que vienen en caravana, ingresa a territorio guatemalteco, algunos ya se encuentran en Esquipulas, Chiquimula donde pasarán la noche.
Video: Marlon Villeda.
Vía @lobvy pic.twitter.com/16VuGj7IIv— Diario Dimensión (@DiarioDimension) October 1, 2020
Crisis socioeconómica
Guatemala reabrió el 18 de septiembre sus fronteras terrestres tras mantenerlas cerradas desde el 13 de marzo por el Covid—19. Hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses tienen libre ingreso a Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Las caminatas fueron repudiadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su política antimigrante. Los migrantes, por su parte, argumentan que huyen de la represión política, la crisis socioeconómica y la inseguridad.
Los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador no han logrado evitar que sus ciudadanos se unan a las caravanas.