La Policía de Bogotá desmanteló a una banda criminal que se dedicada a la explotación sexual de menores de edad en el sur de la ciudad.
En un operativo llevado a cabo este domingo fueron capturados cuatro miembros de “Los Verdugos”, como se hacía llamar este grupo delictivo, tres hombres y una mujer, dos de ellos de nacionalidad venezolana.
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Según las autoridades, estos sujetos se dedicaban a atraer niñas del barrio San Bernardino, ubicado en la localidad de Bosa, al sur de Bogotá, ofreciéndoles empleos que resultaban ser falsos para terminar secuestrándolas en un establecimiento nocturno.
Allí las ponían a trabajar y les pagaban el primer mes, después las explotaban sexualmente, les hacían videos íntimos que usaban para extorsionarlas y las que no hicieran caso a sus demandas, las torturaban.
Así lo indicó el noticiero City Tv, quien recogió el testimonio de una de las niñas víctimas de esta banda de delincuentes, ella afirmó que después de haber denunciado que se le estaba vendiendo licor adulterado a uno los clientes, fue agredida usando pinzas y taladros.
“Por echarle paja a quien no debías echarle paja, verdad. Di, di, estoy en Bogotá”, se escucha en uno de los videos revelados donde torturan a una de las niñas. “Repite, soy una sapa, soy una sapa”, dice otro de los agresores mientras le cortan el pelo a niña amarrada, le propinan cachetadas y accionan al lado de ella un taladro para intimidarla.
Para la captura de estos agresores fue fundamental el testimonio de cuatro de las víctimas, que junto con una labor de inteligencia de la Policía logró dar con la captura de “Los Vengadores” y la desarticulación de su banda.
Delitos de tortura y trata de personas
Las autoridades colombianas les imputarán a los capturados los delitos de tortura y trata de personas, además del agravante de inducir a menores de edad a la prostitución.
La Policía tiene en su poder pruebas contundentes de las agresiones, gracias a videos que grabados por las niñas secuestradas, así como por las cámaras de seguridad del bar donde las tenían y sectores cercanos. Pero además, los propios secuestradores tenían en sus celulares registros de las torturas a las que sometían a las menores de edad, donde se observa claramente como usaban métodos medievales y en extremo crueles para castigarla
