Panamá, 21 ago (EFE).- Panamá anunció este viernes que los vuelos internacionales seguirán suspendidos, ahora hasta el próximo 21 de septiembre, en lo que constituye la quinta prórroga de esta medida en el marco de la pandemia de la COVID-19 que golpea con fuerza al país.
Esta medida, con vigencia de 30 días, fue aprobada por primera vez en marzo e implica la suspensión de las rutas comerciales, excepto vuelos humanitarios y aquellos que transporten productos, medicinas, equipo médico-hospitalario, vacunas e insumos de salud pública para afrontar la pandemia por el nuevo coronavirus.
Comunicado N° 179 #UnPanamáMejor?? #ProtégetePanamá pic.twitter.com/KXkT2N2YtZ
— Ministerio de Salud de Panamá (@MINSAPma) August 21, 2020
La nueva extensión exceptúa los vuelos internacionales comerciales que operen bajo las nuevas condiciones impuestas por el Gobierno para el funcionamiento limitado del Aeropuerto Internacional de Tocumen, para el tránsito controlado de pasajeros con conexiones aéreas y la entrada de nacionales y residentes con prueba de COVID-19 negativa y el compromiso de cumplir cuaretena obligatoria.
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El Gobierno de Panamá aprobó el pasado 31 de julio el funcionamiento del llamado Centro de Operaciones Controladas para la Interconexión de la Aviación Internacional en el Aeropuerto de Tocumen, el principal del país y un importante centro de conexiones regional.
Panamá acumula ya 83.855 contagios confirmados y 1.844 muertes por el coronavirus y desde junio pasado experimenta una oleada de casos que ha llegado a situarlo en semanas recientes como el segundo con la tasa de infectados más alta de la región, solo por detrás de Chile.
Desde hace cinco meses mantiene severas restricciones de movilidad a la movilidad en la mitad del país, las cuales comenzará a relajar oficialmente a partir del próximo lunes tras una mejora en los indicadores pandémicos, han dicho las autoridades, aunque desde hace tiempo es evidente la presencia de mucha gente en las calles.
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El Gobierno además retomó la semana pasada la reactivación de la economía con la autorización de las operaciones del comercio minoristas y los servicios personales, entre otros, aunque con muchas limitaciones, lo que ha sido criticado por los dirigentes empresariales.
