Protestan contra del cierre de la aerolínea Latam en Argentina

Trabajadores de Latam Argentina realizaron este jueves en Buenos Aires (capital) su tercera jornada de protestas para manifestarse contra el cese de actividades de la aerolínea en esa nación y el traslado de sus aviones fuera de sus fronteras.

Apoyados en empleados de otros sectores, unos cien trabajadores de la aerolínea chileno-brasileña se concentraron en el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires. Previamente marcharon en caravana de autos hacia el Ministerio de Trabajo, en defensa de sus puestos laborales y de que sus familias no queden en la calle.

Además, otro grupo se presentó en los hangares donde permanecen los seis aviones que la empresa tiene en el país con el propósito de impedir su salida, pues Latam pretende trasladarlos a su sede central, en Santiago de Chile.

El anuncio de suspensión de vuelos de la compañía en Argentina realizado en junio pasado, forzará el despido de unos 3.000 trabajadores, si se tiene en cuenta a los 1.700 que son trabajadores directos y todo el otro personal implicado en las operaciones.

Ataque a los derechos laborales

Movilizados para enfrentar el ataque a sus derechos, los trabajadores denuncian que desde abril perciben la mitad de su salario por una decisión de la aerolínea que califican de "arbitraria" y que cuenta con el visto bueno del Ministerio de Trabajo, declaró el inspector de mantenimiento y secretario general adjunto de la Unión Sindical de Trabajadores Aeronáuticos de la República Argentina, Sergio Giménez.

Giménez agregó que "la compañía está ofreciendo retiros voluntarios por valores totalmente irrisorios, muy lejos de lo que está hoy vigente" y afirmó que desde hace 106 días no reciben comunicación directa de los directivos para dialogar.

Para la economista Guadalupe Bravo la aerolínea ha sufrido pérdidas debido al desplome económico ocasionado por la pandemia, pero sus ingresos no se vieron severamente afectados, de acuerdo con sus estados financieros. A su juicio, los directivos de Latam están maquillando la estadística para forzar un resultado negativo y reestructurar operaciones, con lo cual pretender dar un carácter legal a lo que en realidad es una extorsión.

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Según Bravo, la reestructuración implica migrar a un modelo que abarate los costos. Para ello aplicarían miles de despidos para reducir la plantilla de empleados, rebajas salariales y atacarían las condiciones laborales. Con ello garantizarían más ganancias para sus accionistas, informó Telesur.