Una joven de 21 años murió al caer desde el balcón de un quinto piso de un edificio del barrio porteño de Caballito, en Buenos Aires, Argentina y se investiga si se trató de un suicidio o si fue un hecho violento en el que tuvo participación un ciudadano belga de 73 años que era propietario del departamento y que había conocido a la víctima a través de una aplicación de citas, informaron fuentes policiales.
Si bien el hombre fue detenido tras el hecho, fuentes de la investigación aseguraron a la agencia de noticias Télam que fue liberado horas después por la Justicia, mientras se investigan las circunstancias de la muerte de la víctima.
El hecho, que trascendió este jueves, se registró el sábado pasado alrededor de las 18 en la calle Hortiguera al 300 del mencionado barrio de la Ciudad de Buenos Aires, adonde acudieron efectivos de la Comisaría Vecinal 6B de la Policía de la Ciudad, alertados por el caso de una mujer que se encontraba tendida en la vereda.
Policiales informaron que una vez en el lugar, los policías encontraron a una joven de 21 años gravemente herida y que respiraba con dificultad.
Ante esta situación, los uniformados solicitaron la presencia de personal del Grupo Especial de Rescate (GER) de Bomberos de Caballito y del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), quienes trasladaron en ambulancia a la víctima al hospital Durand, donde falleció horas después.
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En tanto, de acuerdo a las primeras actuaciones, los policías constataron que la joven había caído del quinto piso de un edificio, en cuyo departamento vivía un ciudadano belga de 73 años, quien al ser entrevistado manifestó que había conocido a la chica mediante la aplicación de citas Tinder.
Según su relato, había invitado a la piba a su propiedad y luego de tomar unas bebidas en el balcón, el hombre ingresó al departamento y en ese momento la víctima se habría arrojado al vacío, informaron fuentes policiales.
El hombre fue detenido por orden del Juzgado Criminal y Correccional 32 y se le realizaron test de alcoholemia y de sustancias, pero a las pocas recuperó su libertad.
Es que se aguarda el resultado de la autopsia practicada a la víctima para poder determinar si se trató de un suicidio o de un hecho violento. Fuentes policiales indicaron que la muchacha no tenía golpes o marcas en su cuerpo a simple vista.
Tampoco se hallaron indicadores de violencia en el departamento del hombre -que fue preservado para que personal forense pudiera recabar huellas y material genético- ni testimonios de vecinos que dieran cuenta de haber oído una discusión previa.
En tanto, también fueron secuestrados los teléfonos celulares de la joven y del propietario del departamento, mientras se relevaron las cámaras de seguridad ubicadas en la zona, principalmente la de una confitería ubicada en cercanías del edificio.