Una empresa familiar de Paterna (Valencia) ha comenzado a fabricar puertas metálicas antibacterianas, una línea de producto que va a crecer a raíz del interés por la higiene que ha originado el coronavirus y que ya ha recibido los primeros encargos de dos hospitales de Honduras.
Aunque no es una puerta anticovid, sí mejora la higiene al repeler las bacterias gracias a un proceso industrial que incorpora iones de plata al polvo de la pintura y cocción a 200 grados, según ha explicado a EFE el director comercial de Andreu Barberá, Juan Llorca.
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La empresa, con 48 años de existencia y la segunda generación familiar al mando, fabrica puertas metálicas de acero, tanto cortafuegos como multiusos (para trasteros) y residenciales (para viviendas unifamiliares), y en todas ellas puede incorporar el tratamiento antibacteriano.
Con 200.000 puertas anuales y una facturación de 22 millones en 2019, exporta el 30 % de su producción a 35 países, entre ellos Honduras, con el que ha apalabrado un pedido de puertas antibacterianas para dos centros hospitalarios.
Llorca asegura que las puertas de estas características pueden llevar manivela antibacteriana y también cuenta con una gama de puertas con panelado de formica "muy higiénicas", y puertas metálicas con revestimiento en PVC y tratamiento antibacteriano que pueden utilizarse en salas blancas.
Dos #hospitales hondureños tendrán puertas #antibacterianas hechas en Valencia ?https://t.co/yeHsYz0Kh3@BarberaAndreu @inmata5
— EFE C. Valenciana (@EFE_CValenciana) July 12, 2020
Ha augurado la llegada de una ola de renovación o ampliación de hospitales, motivada por la crisis sanitaria, y cree que podrá compensar el bajón de actividad que ha sufrido durante estos meses con esa inversión hospitalaria.
"A nuestro sector, el de las puertas, al ser lo último que se pone, nos llegan las crisis un poco más tarde, pero pensamos que tendremos un buen año", ha manifestado.
Andreu Barberá tuvo que cerrar sus tres plantas durante dos semanas en el estado de alarma y los pedidos bajaron a la mitad, pero desde hace quince días nota "cierta reactivación" de los pedidos que infunde optimismo a la empresa de cara al verano o después, ya en septiembre u octubre, si bien Llorca asume que existe una gran incertidumbre económica.
La empresa, fundada por Vicente Andreu y que tiene actualmente 250 empleados, trabaja con grandes superficies de bricolaje, porteros (distribuidores que instalan puertas) y distribuidores de materiales de construcción, no con el usuario final, y está orientada a proveer a hospitales de puertas cortafuegos, dada la compartimentalización de estas instalaciones.
Según Llorca, las puertas antibacterianas son una línea que va a crecer, como todos los productos relacionados con la higiene. "No sé cuánto ni cuándo, pero esa es la tendencia", asegura.
La empresa cuenta con una cabina de pintura propia con polvo poliéster, al que se añaden iones de plata para lograr una pintura repelente de bacterias.